Ante el creciente debate acerca de la reciente instalación de tragaperras en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín en Isla Verde (Carolina, Puerto Rico), el presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Representantes, Ángel Matos García, defendió la instalación de tragaperras debido a los beneficios económicos que generará en las arcas del Gobierno. Además, Matos García hizo hincapié en el hecho de que el dinero generado gracias a las tragaperras será destinado a la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR), a la Universidad de Puerto Rico y al Departamento de Hacienda. Bien que, los oponentes del acto insisten en la dimensión negativa del acceso que podrían tener menores a estas máquinas, tal y como en el agravamiento del hacinamiento en los terminales.
“Las máquinas tragaperras en el aeropuerto generan dinero nuevo, es una nueva oportunidad de recaudos para el país, no compiten con los casinos y la Compañía de Turismo necesita hasta el último centavo para seguir promocionando el destino”, explicó al público hace dos días Matos García. No obstante, la reacción de los empleados del aeropuerto en redes sociales era sumamente negativa ya que, con el objetivo de instalar 150 máquinas - está prevista la instalación de hasta 150 más en los terminales A, B y C del aeropuerto - se han eliminado decenas de butacas para los pasajeros que están a la espera de coger sus vuelos.
Las tragaperras en cuestión, pese a estar instaladas, todavía no están funcionando, aunque hoy se proporcionarán más detalles sobre su instalación durante una rueda de prensa.
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