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EN UNA COMPARECENCIA JUNTO AL EX CONSEJERO DE ECONOMÍA, ANDREU MAS-COLELL

Sustanciosas declaraciones de Joaquim Agut sobre BCN World, el futuro del Juego Online y la crisis ecónomica

 
Joaquim Agut, Director General de Cirsa, participó ayer miércoles en el marco de las XV Jornadas Crisol que se celebran en Vila-seca (Tarragona). El directivo al ser preguntado por el proyecto de Barcelona World ha comentado que se descartó la implantación de un casino en el Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou porque la elevada inversión exigida por el Gobierno no lo hacía rentable económicamente.
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Tal y como recoge el diario digital diarimes.com, Agut ha explicado que, según los cálculos hechos en los inicios del proyecto, estimaron la necesidad de alcanzar entre 80.000 y 100.000 visitantes diarios en la zona para que fuera viable. Además, se ha mostrado “pesimista” sobre el proyecto y afirmó que, pese a la "importante" reducción de la tasa del juego aprobada por el Gobierno, si no se replantean las condiciones de inversión en su caso se pueden «permitirse el lujo” de implantarse.

En una mesa redonda sobre los 'Retos y previsiones económicas sobre las empresas' y junto al ex consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, el director general de Cirsa ha puesto de ejemplo el casino que la compañía tiene en la ciudad argentina de Rosario, junto con un hotel de cinco estrellas y el centro de convenciones más grande del continente americano, para cuestionar la viabilidad del proyecto previsto en el CRT, junto a PortAventura.

El establecimiento de la multinacional catalana en Argentina dispone de un casino de 38.000 metros cuadrados con cinco plantas de parking, 3.000 máquinas, 300 mesas y unos 16.000 visitantes diarios, que acapara el monopolio del sector en un radio de 125 kilómetros. «Una inversión de este tipo vale 400 millones de euros y, aquí no sería suficiente una cantidad así”.

El dirigente de la empresa catalana ha reflexionado que, a pesar de la voluntad de la administración catalana de impulsar el CRT, hay que tener en cuenta los riesgos que están dispuestos a asumir las empresas. “Una cosa es querer y otra es jugarte y ponerla el dinero”, remachó. El director general de Cirsa ha afirmado que, en su caso, de haber decidido apostar por el proyecto mantendrían los compromisos adquiridos.

El director general de Cirsa ha explicado que el sector del juego se ha convertido en “un buen termómetro” para comprobar el estado de la economía, ya que al contrario de lo que se podría creer, “no es anticíclico", y se estima una correlación existente del 80% entre la evolución del sector y la del PIB. “A mediados de 2008 pudimos anticipar la crisis que nos venía encima”, manifestó Agut. La compañía analiza el gasto en establecimientos como los bares, donde concentra el 60% de sus máquinas tragaperras. En este ámbito ha detectado que la correlación entre el aumento del consumo en restauración y el crecimiento de la economía sube al 87%.

A raíz de las perspectivas de mejora detectadas desde el 2014, el director general de Cirsa ha pronosticado un crecimiento del 3,2% de la economía española para 2016, unas décimas superior a las previsiones de los principales organismos económicos internacionales como el FMI. Además, opinó que la reducción de la incertidumbre política puede mejorar el índice de confianza de los consumidores y esto se traducirá, dentro de medio año, aproximadamente, en un incremento del consumo. Este efecto les hace prever un crecimiento del 2,5% para el próximo año y de hasta el 2,3% en el año 2018 en España.

En 2015 Cirsa gestionaba unos 8.000 millones de euros de juego, con una cifra de ventas de 1.500 millones de euros y un EBITDA de 380 millones de euros. Con 20.000 empleados, la compañía invierte unos 150 millones de euros cada año y se ha convertido en la tercera empresa más importante del mundo en el sector y la primera en el ámbito del juego 'retail'.

Agudo ha señalado que el mercado del juego en el Estado se subió el año pasado hasta los 38.600 millones de euros. De estos, el 73% del total, unos 28.100 millones de euros, son de tipo privado y, los 10.500 millones de euros restantes, un 27%, son juego público. A nivel europeo, con un volumen de 450.000 millones de euros, España representa el 9% del mercado y es el quinto país de la UE en gasto per cápita.

De los 28.000 millones de euros jugados en España el año pasado, 24.000 millones de euros se devolvieron en forma de premios a los usuarios, mientras que el beneficio neto de las compañías se estima en un 2% respecto de sus ingresos netos. Además, el sector del juego pagó el año pasado unos 1.900 millones de euros en impuestos al Estado. En este sentido, Agut ha criticado que el sector presencial, que cuenta con establecimientos y máquinas físicas, asume el 95% del total de la carga impositiva, mientras que el sector online sólo equivale al 5% de la recaudación total. “Esperamos que este desajuste se pueda equilibrar pronto”, pidió.

En la actualidad, el 70% del juego es físico y el 30% se lleva a cabo de forma online. Sin embargo, el director general de Cirsa no ve el auge de las nuevas formas de juego como un riesgo y ha afirmado que, cuantas más personas juegan a través de plataformas digitales, más presencia de clientes tienen en sus establecimientos. “Mucha gente que no se había planteado entrar nunca en un casino, cuando ha jugado online le ha interesado la experiencia de apostar en vivo en un establecimiento, por lo que no veo un peligro, sino una complementariedad muy grande entre el sector tradicional offline y el online”, resumió.



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