• ¿Cree que es necesario mejorar la imagen del sector? ¿Sería interesante que nuestras empresas se involucraran en otras actividades y acciones tocando temas sociales sensibles? La ONCE por ejemplo hace una labor de concienciación y emite trabajos que tocan directamente con estos asuntos, como el del acoso en los colegios.
La Responsabilidad Social Corporativa es un elemento que las empresas están utilizando para demostrar su compromiso con el entorno en el que realizan su actividad. En el contexto económico-social de los últimos años está cobrando mucha importancia; ya no se trata solamente de una cuestión de filantropía personal sino de crear una identidad corporativa que vincule la marca con valores como la solidaridad, la igualdad, la ética o la sostenibilidad. Con la crisis, este enfoque ha pasado a ser una cuestión de negocio, y no solo de imagen o reputación y así lo muestran las distintas encuestas o barómetros que miden los índices de confianza que la población tiene sobre el tejido empresarial en el mundo. La economía de los intangibles (la marca, la comunicación o los asuntos públicos) se ha convertido en una de las mayores oportunidades para crear y proteger a las empresas.
El camino a seguir debe ser comprometerse específicamente con los grupos afectados y uno de los más esenciales es el de los clientes. El juego responsable debe ser un eje transversal de la actividad, que abarque todas las áreas comerciales de la empresa para conseguir el bienestar del cliente, en el amplio sentido, comprendiendo por ejemplo, desde el desarrollo del producto, el local o web de juego, la información disponible o el servicio accesorio que se le ofrezca, hasta las campañas de marketing y publicidad que se realizan para promocionar la actividad.
La labor de RSC en las distintas compañías de juego depende directamente de como tengan interiorizado este concepto. Es cierto que hay un margen empresarial para enfocar sus intereses y encauzar los valores asumidos en la gestión integral de cada compañía. Es un campo fructífero y en el que pueden plantarse multitud de semillas sociales y que, indudablemente, bien diseñado siempre tiene beneficios bidireccionales empresa-sociedad.
Por su parte, la ONCE tiene unas características particulares y realiza una labor de educación e inclusión que abarca cuestiones sociales que pueden desembocar en futuras exclusiones, no solamente por discapacidades físicas o psíquicas, sino también por una serie de pautas conductuales que deben prevenirse en las nuevas generaciones. Sin duda, los fondos públicos son uno de los canales para encauzar esta labor de información, sensibilización y prevención.
• ¿Qué le parece que se imparta pedagogía sobre los peligros del abuso del juego en los colegios? ¿Y que lo hagan los propios empresarios como se ha propuesto últimamente en Aragón?
Los empresarios que desarrollan su actividad en Aragón están muy sensibilizados con el juego responsable, los controles de prohibidos y el acceso de menores a sus locales de juego. Si bien es cierto que existen casos aislados en los que se vulneran los filtros establecidos, los operadores se sienten especialmente preocupados sobre su imagen y reputación empresarial, ante la focalizada presión pública y regulatoria sobre esta cuestión y su responsabilidad final.
Por tanto, esta iniciativa es fruto de la alarma social creada y, en ocasiones, potenciada por algún que otro exceso informativo desproporcionado, tanto en su fondo como en la forma. Sin embargo, cualquier aportación para informar, sensibilizar y prevenir sobre conductas prohibidas o descontroladas me parece acertada, aunque deberían ser medidas consensuadas entre las partes implicadas (empresa, regulador y sociedad civil) para evitar suspicacias o interpretaciones torticeras sobre estas loables iniciativas.
No podemos olvidar que el problema que afecta a las nuevas generaciones es más complejo y tiene que ver con su natural ecosistema, por la avalancha de dispositivos conectados de que disponen, junto a una red de internet descontrolada y mezclada en multitud de campos y actividades. Las medidas que se adopten deben ser a niveles macro, siendo igual de importantes que lo que representa actualmente Internet y sus casi inabarcables usos.
• ¿Qué opina de la publicidad de las Apuestas Deportivas? ¿La considera indiscriminada? ¿Debería controlarse más por ejemplo su exposición en campos de fútbol donde menores están más expuestos? ¿Qué le parece que se use a personajes públicos en estos anuncios de productos de juego?
Como indicaba anteriormente, hay una reglamentación varada en la Administración central que trata exhaustivamente el tema de la publicidad y el juego responsable. La ausencia de una regulación clara para los anuncios y demás comunicaciones comerciales sobre los diferentes juegos de azar entraña riesgos de descontrol y puede contribuir a una posible adicción, tanto para los menores de edad como para otros colectivos vulnerables.
La protección del menor es superior a cualquier otro valor y exige un desarrollo normativo de estricto cumplimiento, controlando en lo necesario la publicidad de las actividades de juegos de azar y las apuestas. La inmadurez de los menores y su inclinación a vulnerar los límites establecidos por su edad, conforman un cóctel social explosivo en sus patrones de conducta y en su desarrollo. Sin embargo, no se debería comprometer la continuidad empresarial con posiciones extremas en este ámbito. Codere, en su momento, ya apoyó las medidas contenidas en el Proyecto citado para controlar aspectos concretos de la publicidad en el canal online, con el objetivo de proteger a los colectivos vulnerables.
En general, la industria del juego se desenvuelve dentro de los parámetros vigentes y legalmente marcados para ser competitivos en el mercado. Sin embargo, está sufriendo un fuerte ataque mediático, anclado en algunos de los aspectos señalados, que afecta significativamente a su ya frágil reputación social. Entre todos los actores presentes podemos encontrar propuestas y alternativas que hagan sostenible la actividad, sin comprometer su viabilidad económica ni su imagen.
• Teniendo en cuenta la pregunta anterior y si no se opone a esta publicidad, ¿abogaría por permitir al juego presencial anunciarse de la misma manera?
A pesar de lo anteriormente dicho, una vez que se permite una publicidad amplia en el canal online, no es razonable que el canal tradicional o presencial no pueda exponerse de la misma forma, simplemente alegando criterios de competitividad empresarial. De hecho, en general, son bastante diferentes las posibilidades de cada canal de juego, aunque sean efectos colaterales de la descentralización territorial y las competencias establecidas. En este ámbito es destacable la normativa aplicable en la Comunidad de Madrid, de corte liberalizador, con los límites y controles que impone la ley general de publicidad.
El canal online ha expuesto la actividad, con una fuerza expansiva tal, que el conjunto de la industria se está viendo afectado por sus características y efectos perniciosos para los grupos vulnerables. El cliente no acaba de distinguir las características de protección presentes en cada uno de los canales, por supuesto, mucho mayores en el canal presencial a pesar de las críticas. La imagen y profesionalidad que con mucho esfuerzo ha ido construyendo la industria tradicional al cabo de décadas, se la está llevando por delante el “tsunami” online en un muy breve espacio de tiempo.
Las empresas que han adquirido un pedigrí empresarial y de relación con el cliente a lo largo de los años con su actividad presencial son las que, esencialmente, están trabajando para continuar la senda correcta en el desarrollo del juego, por unificar criterios en los distintos canales y ámbitos, no solamente comerciales sino también de protección del consumidor.
Creo que debe informarse y protegerse al cliente de manera integral, yendo más allá aun en el canal online, mucho más proclive al descontrol y a la vulneración de los filtros establecidos, resultado del propio descontrol de Internet.
Ante los límites de la industria privada presencial, observamos un ejemplo paradigmático en contrario muy significativo que une el juego público y el canal online: la posibilidad de publicitar sin reparos, como recientemente ha hecho por ejemplo el diario El País a media página, una lotería estadounidense (Powerball) con botes estratosféricos, en la que puede participar cualquier ciudadano, desde muchos países, a través de una página web (thelotter.com).
Las diferencias existentes entre los canales de juego (offline y online) y en los ámbitos en los que se opera (público y privado) resultan ser demasiado desiguales, incluso, gravemente discriminatorias.
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