“El crecimiento de una industria saludable sólo será posible con la voluntad compartida de las empresas de juego y los gobiernos”

¿En qué consiste la campaña de publicidad 360º generada por Codere Apuestas, que incluye avisos en televisión y el lanzamiento de un nuevo sitio web?

La nueva campaña de Codere Apuestas se enmarca dentro de la estrategia global de la compañía, orientada al cliente. Con esta campaña 360º, Codere Apuestas hace un uso estratégico de los distintos medios con objeto de maximizar los resultados.
En el caso concreto del spot de TV, éste nos permite impulsar la notoriedad de la compañía. Paralelamente, desarrollamos un intensivo trabajo en redes sociales, en Google -mediante SEM- y en blogs, dirigido a la captación de clientes. Las reacciones a esta campaña son muy positivas y esperamos que pronto se reflejen en el crecimiento del número de clientes.

Con 17 casas de apuestas ocupando el mercado del juego español, ¿cómo hará Codere para atraer a los jugadores con una propuesta novedosa y atractiva?

El mercado español de apuestas deportivas está saturado y, gracias a esta campaña -en clave de humor- que recrea distintas escenas de una telenovela típica venezolana, no sólo conseguimos acercar los beneficios de la marca a través de diferentes mensajes a los clientes, sino que nos diferenciamos de la competencia, reforzando la idea de que, frente a la mala praxis de otras casas de apuestas (que bloquean las cuentas a los ganadores, ofrecen bonos y promociones imposibles de cobrar y métodos de pago poco ágiles), Codere facilita el juego y el cobro de premios.

¿Por qué piensa que ha explotado en los últimos años el fenómeno de las apuestas deportivas en el país?

Según publica el último informe 'Percepción social del juego de Azar en España 2016' de la Fundación Codere-IPOLGOB, la salida de la crisis ha impulsado el consumo de ocio por parte de los españoles y, dentro del juego, las apuestas deportivas presenciales registraron un crecimiento de más de 2 puntos porcentuales en 2015 frente a 2012 y de un 0,3% respecto a 2014. En su vertiente online, el crecimiento es de casi 13 puntos porcentuales con respecto a 2014. Además, según el informe, las apuestas deportivas han ido cobrando una mayor relevancia como “activador de las relaciones sociales” en los salones de apuestas, que reúnen a un perfil de jugadores jóvenes –mayoritariamente hombres- que disfrutan junto a otros demostrando sus conocimientos deportivos. De hecho, las apuestas deportivas son el juego por excelencia entre los jugadores online españoles, acaparando el 45,2% de registros en webs dedicadas, frente a otros juegos. La facilidad de acceso al juego a través de canales alternativos al salón también supone un impulso de esta actividad. En nuestro caso, la apuesta de Codere por la omnicanalidad, facilitando el acceso a la oferta de juegos, con independencia de dónde esté el cliente, cuándo decide hacerlo y cómo quiere acceder, ha supuesto un impulso importante en el número de clientes. Nuestra experiencia en el mercado -como el primer operador de apuestas presenciales desde 2008 en España- , junto con el firme compromiso de la compañía hacia la actividad de apuestas deportivas en su estrategia de Grupo, unido a la buena predisposición del mercado y los clientes, y las oportunidades que las nuevas regiones reguladas nos brindan, posicionan a la compañía como un importante líder del sector.

¿Qué elementos debe tomar el mercado latinoamericano de Europa para regular y promover el juego online en la región?

En España, el vacío legal existente en el juego online permitió la actividad irregular de empresas que no tributaban al Estado y que operaban sin ningún control. Pese a que la regulación llegó con la tardía Ley 13/2011 del 27 de mayo para la regulación del juego (aprobada en vías de cambio de gobierno), las diferencias entre los entornos de juego online y offline -en temas como la publicidad o los impuestos- siguen siendo temas abiertos. La regulación del sector en Europa cuenta con una complejidad adicional debido a la atomización normativa de las distintas regiones, especialmente en España e Italia. Pese a estas dificultades de arranque, la industria en España ha seguido creciendo y desarrollándose y, según datos del Anuario del Juego en España 2015/16 (Fundación Codere-IPOLGOB), el sector da empleo de manera directa a alrededor de 80.000 personas, mueve (en cantidades jugadas) casi 30.000 millones de euros al año, y aporta más de 1.600 millones de euros en impuestos específicos sobre el juego. Sólo en su versión presencial, representa alrededor del 2,5% del PIB del país.

¿Cuál es el rol que deben tomar los Estados en LatAm sobre el juego online?

La regulación del sector por parte de los gobiernos es fundamental ya que permite otorgar licencias a empresas reputadas, establecer mecanismos de control de las adicciones e incentivar políticas de Juego Responsable, una tarea en la que Codere está muy comprometida a través de distintas iniciativas, como 'Codere Traininig', de formación en temas de juego patológico a operadores de juego, o el programa 'In nome della legalità', -como las más recientes en Italia- o a través de distintas iniciativas de la Fundación Codere, impulsando la mejora y el desarrollo de políticas públicas adecuadas sobre el juego de azar. En el mercado latinoamericano, la falta de una regulación de juego online repercute negativamente en los gobiernos y en la sociedad: los Estados dejan de percibir los impuestos derivados de estas actividades económicas, pierden la posibilidad de trabajar en la generación de empleo genuino y, en cierta forma, facilitan el desarrollo de actividades ilegales relacionadas con el lavado de dinero. Esta falta de controles abre las puertas a un juego ilegal sin ninguna protección para los jugadores y desarrolla un entorno de competencia desleal frente a empresas offline cuya actividad está sometida a estrictos controles y alta presión fiscal. La falta de una regulación en algunos mercados como Argentina, Uruguay y Brasil está desarrollando una actividad paralela irregular y una gran inseguridad jurídica que amenaza las inversiones, el desarrollo de algunas economías y hasta la continuidad de algunas actividades sociales sostenidas con el juego, como las pensiones o el sistema de salud.

El crecimiento de una industria saludable sólo será posible con la voluntad compartida de las empresas de juego y los gobiernos para combatir el juego ilegal, perseguir objetivos de crecimientos conjuntos del sector, y apostar por el desarrollo normativo y del juego responsable.