En el caso practico que vamos a analizar en este artículo descubriremos las fórmula por la que ha optado Bwin para entrar en uno de los mercados de juego online más desafiantes del mundo: el ruso. Un país que vive en estos últimos años una evidente expansión financiera a la vez que se sitúa constantemente en el punto de mira de Occidente por los diferentes puntos de vista a los que su presidente Vladimir Putin nos tiene acostumbrados en lo que a política internacional se refiere.
Un oligarca en plena expansión
Alexander Mamut es conocido -en primer lugar- por ser uno de los jóvenes asesores más influyentes con los que contó
Boris Yeltsin en una época sumamente complicada para Rusia: la etapa inmediatamente posterior a la desintegración de la URSS donde se tuvo que hacer frente a una brutal crisis económica mediante la venta de activos y empresas a holdings internacionales.
Mamut se ha convertido desde entonces en uno de los hombres de negocios más exitosos del país en lo que muchos consideran uno de los nuevos oligarcas que de alguna forma controlan el país tras haberse beneficiado de un contexto tan complejo como lo fue la transición de la época de la URSS a la Rusia de las privatizaciones de finales de los 90 y primeros años del nuevo milenio.
Coincidiendo con la operación de la que vamos a tratar más adelante,
Mamut se está haciendo fuerte en la actualidad en el sector del ocio en Rusia. Hace apenas un mes, se hizo con los dos grupos de cines más importantes del país -Cinema Park y Formula Kino-, que lo posicionan cómo un actor relevante y con un enorme potencial a la hora de encarar inversiones en el país.
Señor del Juego Online
Alexander Mamut llevaba tiempo planificando la entrada de uno de los principales actores del juego a nivel mundial en Rusia con ocasión de la celebración del Mundial de Fútbol de 2018. Evidentemente, posicionarse para hacerlo posible era algo que debía hacerse con bastante antelación: así que a pesar de la sorpredente lentitud en la regulación del sector,
Mamut decidió invertir a través de su sociedad más importante (Rambler) en una empresa de reciente creación y ¡también propiedad suya! denominada
Digital Betting LLC. La inyección de capital de
Rambler a
Digital Betting se justificaba en el intento de buscar un socio internacional que hiciera posible crear el operador de apuestas deportivas más importante del país. En ese contexto llegaron las primeras negociaciones con operadores británicos y asiáticos, siendo finalmente
GVC (la empresa propietaria de
Bwin y
Party Gaming) la elegida para esta aventura con un éxito garantizado.
Mientras se negociaba con
GVC,
Digital Betting seguía moviendo ficha en los despachos y se convirtió en uno de los operadores que fundaban el primer organismo de auto-regulación de operadores del país. Unos operadores que aún no pueden promocionarse a nivel estatal a la espera del visto bueno del gobierno, que por ahora ha preferido legalizar el juego online y presencial en determinadas regiones de gran importancia para el turismo interior del país.
Así pues, tenemos un sector aún muy limitado -sin apenas operadores relevantes, sin publicidad y sin una legislación en vigor- pero con empresas colocadas en primera fila para que en apenas unos días puedan dar el salto a un mercado de enorme potencial tan pronto se haga efectiva una regulación a nivel nacional que permita operar bajo dominios ".ru".
Un futuro prometedor
Así pues, la unión entre
Alexander Mamut -a través de sus dos empresas- y
GVC Holdings (
Bwin y
Party Gaming) va a significar el lanzamiento de la plataforma de apuestas deportivas con mayor potencian el rusia. Algunos medios rusos ya confirman que la marca elegida para el lanzamiento será
Bwin.ru y que en apenas un par de meses podrían estar liderando el mercado. La empresa va a contar con
Dmitry Sergeyev como Director Ejecutivo y según parece la cantidad a invertir será de unos 36 millones de dólares en los tres próximos años para asegurar el desarrollo exitoso de la marca.
Sin embargo estas cifras extrañan a muchos especialistas ya que sin una regulación estatal aún totalmente en vigor, el sector del juego online apenas generaría 15 millones de dólares al año a nivel global, contando a todos los operadores.
Es evidente que operaciones como la de
Mamut y
Bwin, demuestran que hay un potencial mucho mayor detrás de este mercado y que a buen seguro las noticias en lo que respecta a la nueva regulación del mercado online en Rusia van a ser más positivas de lo que se espera. Actualmente sólo existen diez operadores de juego online en Rusia que por ahora se auto-regulan en los aspectos básicos de comunicación y operaciones a través de una asociación de operadores en la que el Kremlin sigue teniendo el control. Se espera pués que con el visto bueno de Putin, el modelo seguido por Mamut pueda replicarse y entren en Rusia como mínimo dos operadores internacionales más utilizando la licencia de uno de estos diez operadores que a día de hoy ya están posicionados en el país aunque apenas sin relevancia a la espera de ese socio internacional que les ayude a dar el gran salto de calidad.
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