El sábado próximo se concretará el traspaso al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de las funciones de control y fiscalidad de las tres grandes ofertas de juego presencial de la ciudad: el casino de Puerto Madero, el Hipódromo y las casas de Lotería. Todo se realizará desde un nuevo espacio que combina tecnología de primer nivel con un software local.
El sábado se hará oficiali el traspaso de las materias de juego a la Ciudad de Buenos Aires, cuyo control hasta ahora ejercía el Gobierno nacional. En cifras, estamos hablando de unos 1.800 millones de pesos anuales: el 70%, según indica la ley, tendrá que destinarse al
Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), y el resto, a distintas áreas relacionadas con lo social, como salud y educación, entre otras. Y además se sumarían otros 900 millones para afrontar los gastos operativos que generan el juego y del organismo de control.
Para fiscalizar todo el dinero que se genera en torno al juego, ayer el Gobierno de
Buenos Aires inauguró un centro de monitoreo y control que será el lugar desde donde se desarrollen estas importantes funciones.
Este centro de monitoreo se montó en el histórico edificio de la
Lotería Nacional -en la calle Santiago del Estero 126, en Monserrat- y comenzará a funcionar formalmente desde el 1 de julio. De esta manera, la Ciudad de Buenos Aires tendrá plena competencia en materia de regulación y control de los juegos de azar: las 4.500 maquinas tragamonedas ubicadas en el Hipódromo de Palermo, otras 1.500 en el Casino de Puerto Madero y 130 mesas de paño, además de las 1.270 agencias de lotería.
Para el jefe de Gobierno porteño,
Horacio Rodríguez Larreta, el sábado se concretará algo que "
era un viejo anhelo. No era lógico que todas las provincias del país controlaran el juego y la Ciudad no. Estamos dando un paso histórico que se pudo llevar a cabo porque hubo una decisión política, pero también gracias a los equipos técnicos", señaló.
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