Lo curioso en este sentido es que el perfil del gamer, de la persona que practica estos juegos, lejos de ser chicos de 15 años como suele suponerse, es un varón de entre 21 y 34 años que trabaja a tiempo completo, por lo que es un target muy atractivo para muchas empresas.
Sin embargo es fundamental saber acercarse a este tipo de público, hay que entender su idiosincrasia y ofrecerles productos muy específicos.
Las apuestas dentro de estos torneos es algo que está en auge y que se espera tenga gran relevancia en el futuro.
Por otro lado Juan Carlos Alcaide, experto en Marketing de Servicios, ha ofrecido a los asistentes algunas pinceladas para conseguir los máximos ingresos bajo un mantra: “la felicidad supone rentabilidad”. Y es que ha querido dejar muy claro eso, que el juego debe ser algo divertido, algo que saque al cliente de su día a día y le provoque una emoción. Por ese motivo afirma que los operadores deben asesorar a los “baristas” (dueños de bares) donde se encuentran sus máquinas.
Siguiendo esta línea Alcaide asegura que el entorno es fundamental, un lugar limpio, decorado, agradable… Ayuda a que el jugador repita. Pero hay otras fórmulas para esta fidelización, que es a lo que hay que optar, como puede ser ofrecer cursos en el bar, disponer de una buena oferta gastronómica y, sobretodo, una formación del personal que son, a fin de cuentas, los que van a tener contacto directo con el jugador.
Además Alcaide ha asegurado que dentro de nada ya no se hablará de juego online y offline, que será juego all line donde los jugadores podrán apostar desde sus casas y luego bajar al bar o los diferentes locales para jugar con los amigos.