Cristina García ofrece sus aportaciones a la mesa de debate 'Mujeres en Juego' del Encuentro de AGEO

En este debate debemos intentar saber si la mujer es la gran olvidada de la Industria. Si es necesaria una oferta de juego distinta. O si sólo es un prejuicio social que hasta nosotras mismas nos hemos creído.  Si la progresiva incorporación de la mujer al mercado de trabajo, y por tanto su empoderamiento, está llevando también a superar tabúes.
 
1.- MUJERES y JUEGO
-El creador de Pac-man aseguró hace unos días en Barcelona que crearon este juego “para que las mujeres también jugaran”: “Cuando piensas en cosas a las que les gustan las mujeres, piensas en la moda, en las adivinadoras, en la comida o en salir con novios, así que decidí que debería hacer un juego que girara en torno a la comida. Si tomas una pizza y quitas una pieza, parece como si tuviera una boca y así se me ocurrió el Pac-Man” le contó a la revista Wired el creador del juego, ToruIwatani.

¿Qué os parece esta afirmación? ¿La consideráis machista? ¿Es necesaria  una oferta de juego diferenciada destinada a mujeres? ¿Podría haber un juego hecho por y para mujeres, estaría diseñado por diferentes patrones? ¿Juega la mujer de un modo diferente? ¿Qué pasaría si en los procesos decisivos del juego hubiese más mujeres vinculadas / responsables?

Tradicionalmente, el sueldo que llegaba a casa era administrado por el hombre. Esto está cambiando, ¿cambiará con ello también el rol de la mujer en la sociedad, en su ocio?

-¿Existe un empoderamiento de la mujer en la sociedad que también está llevando a superar tabúes?
 
Respuesta:
Personalmente creo que no es malo, ni discriminatorio, ni extraño, que las mujeres se sientan atraídas por unos tipos de juegos diferentes a los hombres. Somos diferentes, y eso no es malo.
Otra cosa es que sea responsabilidad de las empresas de nuestro Sector el intentar atraer a más mujeres (u hombres, en su caso), pero sólo por el hecho de que exista una cuota de mercado (mujeres u hombres) a los que podría conseguir como clientes.

Tradicionalmente el bingo ha tenido más presencia de público femenino. Y los salones de juego, masculino.
Club de Convergentes propone  los siguientes puntos:
-Evolución del modelo de producto al modelo de servicio
– Un cliente es la persona que utiliza un servicio o adquiere un producto, especialmente si lo hace regularmente.
– Los clientes “regulares” de los salones de juego son “masculinos”.
– Por el contrario, los clientes “tradicionales” de las salas de bingo suelen ser “femeninos”.
– Qué ocurre con los clientes “femeninos”, es decir, “las clientas”: BUSCANDO EL PERFIL FEMENINO DEL JUGADOR
 
•   España se encuentra muy por debajo de la media europea de clientas o usuarias de salones de juego. Por ejemplo, en Alemania el porcentaje de mujer jugadora de salón de juego se sitúa en el 30%.

•   ¿Qué podría esperar encontrar una mujer en un salón de juego para verse atraída por él?
          °   Limpieza (zonas de juego, baños…)
          °   Buen servicio por parte del personal
          °   Hostelería adecuada
          °   Calidez de las instalaciones, luz, decoración…
          °   Sentimiento de seguridad y protección
          °   No invasión de su área personal
 

2.- MUJERES Y MÁQUINAS B
En los bares parece que existe una barrera social que intimida a las mujeres a la hora de jugar. Algo que en el Bingo y en Casinos no ocurre. ¿Está sucediendo también en Salones de Juego? Lo que está claro es que en Bares es realmente extraño ver a mujeres jugando. 

Por un lado planteo que quizás si el método de pago o de acercamiento a la máquina o al terminal de juego en el bar varía esto podría suponer empezar a  atraer más al público femenino. Es decir, cambiar desde el método de pago (pasar de efectivo a tarjetas), hasta la apariencia de la máquina o lo que es lo mismo un modelo más armonizado con el ambiente del bar. ¿Cuáles serían las características de una máquina B “ideal para mujeres” – si es que eso existe? ¿Y el entorno / emplazamiento de esa máquina? ¿Cómo debería ser?
 
Respuesta:
En la línea de mis anteriores argumentos, también los proveedores de máquinas B de hostelería que quieran contar con más mujeres como clientes deberán estudiar el perfil al que se dirigen e intentar crear productos que sean atractivos. Para lo que previamente se deberá confirmar el porcentaje de usuarios mujeres y hombres, para saber si realmente existe un “nicho de mercado”, y poder desarrollar estrategias para cubrirlo.
Lo que sí nos gustaría remarcar es que la evolución de la máquina B de hostelería no solamente debe atender a posibles nichos de mercado existentes. Sobre todo no debemos mirar hacia atrás. Hay que mirar hacia adelante para adaptarnos al futuro, el mundo está en constante evolución y los fabricantes tenemos que adelantarnos a los nuevos retos que nuestros clientes demandan de nosotros. NO HAY MARCHA ATRÁS.

Por último, quizá los avances en medios de pago puedan ayudar, pero no por tratarse de un público hombre o mujer, sino porque todos, hombres y mujeres, estamos acostumbrados a realizar nuestros pagos con tarjetas (monedero, de débito, de crédito, con opciones de fidelización, contactless…), con el móvil… por lo que posiblemente las máquinas deban normalizarse con el resto de opciones de pago que la tecnología ha puesto a nuestro alcance. Ello implicará determinados aspectos que también deberán ser analizados:

   •   Mayor comodidad para el cliente, por ser elementos de uso común a día de hoy, tanto como el efectivo
   •   Pero posible dificultad de control de gasto para ciertos usuarios
   •   Y teniendo en cuenta que algunas de las opciones anteriores harán que se pierda el anonimato del cliente
   •   Al tiempo que se potencian posibilidades de promoción