Revisamos con ojo crítico el nuevo anuncio de Lotería Nacional
Si usted tampoco atina a identificar excesiva riqueza en su vecindario no se preocupe y sea bienvenido/a a esta silenciosa minoría. Tantos tópicos en tan pocos segundos nos aportan un singular retrato robot de nuestro millonario medio, si lo hubiera o hubiese. Según el cual si su piel presenta un bronceado anormal (no importa si usted trabaja en jardinería o si es profesional de golf) es candidato inequívoco a ser millonario. O si se dedica a introducir elementos jónicos en viviendas de tres alturas, donde aparte de a que le consideren millonario uno se expone a otras muchas consideraciones, poco o nada reproducibles en este medio.
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Y si se posee algún sobre con mucho cash por casa (se han dado casos, mire usted), absténgase de comprar nada oneroso por esa vía, pues aunque se trate de los ahorros de años de esfuerzo y sacrificio, ya tendría que ir notando el dedo “acusador”. Tanto más si se está ocioso en demasía, así sea INEM mediante. Ahí aparte de que le llamen desocupado y de la procesión que lleve por dentro considere aguantar la chanza de que para colmo le llamen millonario.
Según tan fértil imaginación y tan sutil estadística alguno de los lectores de estas humildes y jocosas líneas ha de ser por narices millonario, por no decir varios…miles!
Pero sólo si compra Lotería Nacional, NA-CIO-NAL, la que dice la tele, la buena de toda la vida de Dios. ¿No ha escuchado que es la que más sueños cumple? ¿Cómo no ha podido ver millonarios si están por todas partes? ¿Lo privado?!!!Es maaaalo!!!
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