Finalmente quedó en nada el contratiempo que sufrió la comitiva de jóvenes en la conocida sala madrileña el pasado 6 de diciembre.
La mediática visita de Felipe Juan Froilán supuso un reclamo para los amigos de lo ajeno, que no dudaron ni un instante en hacerse con un mullido sobre del cual salían los cuantiosos recursos que el grupo que encabezaba el primogénito de la Infanta Elena gastó la noche del 6 de diciembre.
El dispositivo de seguridad de la sala ex aequo con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado pusieron una solución rápida y eficaz al entuerto; de un modo discreto y sin apenas trascendencia se dio con el ladrón, que fue detenido prácticamente en las inmediaciones del afamado local, colindando con el Santiago Bernabéu. Al parecer, el coliseo blanco es uno de los recintos favoritos de Froilán, quién desde su vuelta de EEUU también frecuenta el Bingo en compañía de sus amigos.
Y qué mejor sitio para hacerlo que una de las salas de Bingo de referencia en Madrid; con una veteranía, saber hacer y experiencia que datan de décadas, pero que la cuestión mediática ha vuelto a arrojar al primer plano informativo, dada la tan ilustre visita.
La vergonzante actuación de quién vio río revuelto en una comitiva de jóvenes acaudalados afortunadamente quedó en mera anécdota, amplificada por tratarse de quién es pero cuya buena y rápida resolución es lo realmente trascendente; los clientes del Bingo Canoe pueden estar tranquilos porque la coordinación de medios de seguridad es ejemplarizante. También ayuda la cercanía con los bajos de AZCA donde hay ubicada una Comisaría de Policía; situada en el epicentro de los bajos de un centro comercial donde presuntamente ocurre prácticamente de todo entre bandas rivales. Una preocupación perenne para los cuerpos policiales a la que la noche del 6 de Diciembre se unió la puntual preocupación mediática noticia del robo a Froilán y amigos.
Con su más acreditada experiencia en materia de seguridad, el Bingo Canoe no tardó en avisar coordinarse con la cercana Comisaría y en cuestión de minutos el sujeto estaba localizado y el sobre, también. Pocos sobres pueden tener más literatura que el protagonista de nuestra historia; sobre el importe que llevaba dentro se sigue elucubrando; según los presentes en la Sala la comitiva encabezada por nuestro mediático protagonista no parecía reparar en gastos; todo un reclamo para quién finalmente no se salió con la suya. Poco más podemos aportar sobre su identidad, porque no ha trascendido tampoco ese dato.
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