Firman nuevos acuerdos para compartir prácticas e información y hacer entre los dos gobiernos un frente común para combatir la manipulación en los resultados.
El secretario de Estado inglés de Digital, Cultura, Medios y Deporte, Matt Hancock, y la Ministra Francesa de Deportes, Laura Flessel, firmaron dicho documento como parte de la Cumbre Reino Unido – Francia que se celebra esta semana.
Hancock postula a Francia como socio preferente para ayudar a proteger la integridad en el deporte. "El Reino Unido y Francia son aliados firmes en la batalla contra la corrupción. Los escándalos de dopaje han impactado en el deporte internacional en los últimos años y es crucial que adoptemos un enfoque global trabajando juntos para garantizar la integridad del deporte. Los fans deben ser capaces de creer en el juego limpio en el deporte e inspirarse en los mejores atletas del mundo ", afirmó.
UK Anti-Doping, la Unidad de Inteligencia de Apuestas Deportivas de la Comisión de Juegos y el Código de Gobernanza Deportiva, son las herramientas con que cuentan los británicos para mayor transparencia y respecto por la integridad y rectitud. Y desean ponerse al servicio de la lucha contra la corrupción, mano a mano con el país galo.
La Asociación Internacional contra la Corrupción en el Deporte celebró una Cumbre anticorrupción en Londres en el 2016, momento que eligió el Reino Unido para unirse a dicha asociación, que también convocó al Comité Olímpico Internacional, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, el Consejo de Europa y la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y crimen.
En París en diciembre de 2017 y a lo largo de una nueva reunión se acordó que tres fuerzas de trabajo fueran creadas para reducir los riesgos de corrupción en contratos relacionados con eventos deportivos e infraestructura. Gracias a ello se garantiza la búsqueda de integridad en la selección de ciudades sedes de grandes eventos deportivos, mitigando el riesgo de corrupción y mejorando el cumplimiento de la buena gobernanza. Ciertos casos de la FIFA podrían venir muy al caso en este punto, los que han saltado a los medios de comunicación y que acusan al ente internacional futbolístico precisamente de lo contrario.
El Código del Reino Unido para la Gobernanza Deportiva entró en vigor en abril de 2017 y hasta la fecha, 55 de los 58 organismos deportivos nacionales británicos lo cumplieron, garantizando un consejo de composición más diversificada y subiendo el nivel de transparencia para ayudar a los fans y participantes a comprender mejor la toma de decisiones de los líderes de cada deporte.
Según lo firmado, el Reino Unido compartirá con Francia las mejores prácticas y conocimientos adquiridos durante los recientes Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012 y la Copa del Mundo de Rugby de Inglaterra en 2015. Un país cuya agenda deportiva está bien nutrida: Francia recibirá la Copa del Mundo de Rugby en 2023 y París organizará los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en 2024.
Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 generaron más de 14.000 millones de euros en comercio e inversión para el Reino Unido; mientras que la Copa del Mundo de Rugby de 2015, celebrada en 11 sedes a lo largo de toda Inglaterra, estableció nuevos registros de atención, audiencia y competencia; reportando a las arcas británicas unos £ 1.100 millones.
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