El Servicio extremeño de Promoción y Atención a la Dependencia (Sepad) se alinea con la Asociación de Empresarios de Bingos de Extremadura (Aebex) lanzando un llamamiento en favor de esta práctica pero siempre y cuando se adapte a la normativa vigente, imponiendo restricciones en límites de apuestas y en reparto de ganancias.
A nadie escapa de la importancia de este tradicional juego, especialmente por su capacidad para ejercitar la memoria y evitar el aislamiento en las diferentes residencias de ancianos y lugares análogos, motivo que invita a refrendar y eternizar su existencia, con varios peros.
Primero, conviene tener clara la distinción entre lo que es un mero pasatiempo y una actividad lucrativa en términos legales es un primer paso para poder evitar infracciones y sanciones pertinentes, como las dos actas de infracción en Plasencia por sendas salas no autorizadas detectadas por la Junta recientemente.
La Asociación de Empresarios de Bingos de Extremadura (Aebex) reconoce haber reclamado en sucesivas veces la intervención de la Administración regional, especialmente por la existencia de bingos irregulares en la provincia de Cáceres, algunos de ellos incluso organizados por asociaciones sin ánimo de lucro, y sin voluntad de cumplimiento de la norma igualmente. La irrupción de la crisis hizo del bingo la tabla de salvación de muchas entidades y asociaciones, lo que a su vez generó el decreto de 2014 para una nueva regulación regional y en presencia de los principales actores sectoriales (empresarios, trabajadores, usuarios y la propia Administración extremeña). Según dicha actualización, ningún establecimiento no autorizado ni inscrito en el registro regional podrá denominarse bingo ni podrá acoger juegos análogos.
Cuando el bingo está considerado un pasatiempo o recreo y su práctica sea de carácter tradicional, familiar o amistoso, tiene carta blanca y es lícito, siempre y cuando no sea explotado lucrativamente.
Para el citado caso, se establece una apuesta máxima por cada participante y en cada partida no puede superior a diez céntimos de euro y un importe total por sesión inferior al doble del salario mínimo interprofesional diario, actualmente 24,53 euros. Y destinando a premios el total de lo jugado como condición sine qua non.
Aebex en los últimos años ha cargado contra ciertos colectivos. El Presidente de la Asociación de Bingos de Extremadura, José Luis Iniesta, señala a los cambios de hábitos y la caída de actividad por la crisis como los principales culpables de una situación que ha llevado a que sólo haya 8 salas de Bingo en toda la región extremeña.
Además, el propio Presidente asevera: «En Plasencia no se puede abrir todos los días porque no tiene actividad», apunta.
Y recuerda la aportación a las arcas de la Junta de todos los bingos, y cómo repercute positivamente en educación, sanidad, infraestructuras, empleo…
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