Blackstone, Cirsa y Codere (Parte II)

Mañana Codere celebra su primera reunión del consejo de administración desde la del pasado 12 de enero en la que se destituyó de la presidencia a la familia y volverán a verse las caras los representantes de los fondos de inversión y los tres consejeros de Codere -además de los hermanos Martínez Sampedro, el exportavoz del Gobierno de José María Aznar, entre los años 2000 y 2002, Pío Cabanillas.

Mientras, para la compra de Cirsa se han retirado ya los demás fondos y sólo queda nuestro protagonista de hoy, Blackstone, que según la familia Sampedro tiene ya un acuerdo con Silver Point poseedor del 21,6% de las acciones de Codere, para fusionar ambas empresas.

Y paralelamente comienza la lucha por Codere. La familia fundadora ha presentado una demanda en la Corte Internacional de Arbitraje de París solicitando de manera urgente medidas contra los acuerdos adoptados por los fondos de inversión. Para ello se ha contratado al despacho B. Cremades & Asociados.

Además, ha presentado otra demanda en un juzgado mercantil de Madrid, para tratar de anular los acuerdos adoptados en el consejo de administración en el que los fondos de inversión se hicieron con el control de la compañía.

Ante la Corte Internacional de Arbitraje, los Martínez Sampedro solicitan el nombramiento de un árbitro de emergencia para que dicte medidas de inmediato que anulen los acuerdos adoptados en el consejo de administración celebrado el 12 de enero. La familia requiere la reversión de los acuerdos; el cese de Sorensen como presidente de Codere y de Di Loreto como director general; y una indemnización por daños y perjuicios, aún sin cuantificar.



¿Pero de dónde surge Blackstone y quién es su gran hombre en España?

Blackstone es un hedge fund, un inversor de riesgo, también conocido como ‘fondo buitre’ que ha comprado masivamente a los bancos e instituciones financieras deuda titulizada. El negocio de Blackstone se basa en la compra de activos en "situaciones especiales" con grandes descuentos para su reestructuración y posterior venta.

Desde New York dirige una tupida red de sociedades interpuestas que urden estas carnicerías financieras bien amarradas por políticos y empresarios patrios poco escrutadores.

Es apasionante la lectura de algunos de estos reportajes que se escriben, aparentemente bien documentados, sobre los modos y maneras de los fondos como Blackstone (les recomiendo bucear en internet y encontrarán joyas)


Blackstone está metido en toda clase de negocios. Mientras prepara su sobrevenida llegada a la Industria del juego, no para de invertir en otros campos lo que le ha permitido captar 371.000 millones en activos... Es un titán de su segmento consolidado en sus 32 años de vida.

Desde su fundación por apenas cuatro socios, ha pasado a convertirse en una multinacional con más de 2.000 empleados en sus 20 oficinas repartidas por todo el mundo.

Divide su negocio en cuatro núcleos: capital riesgo, hedge fund, financiación corporativa e inversión inmobiliaria que es su rama más conocida y a la que se asocia la marca Blackstone.

El fondo inmobiliario de Blackstone contaba con nada menos que 104.000 millones, lo que le convierte en el mayor propietario inmobiliario del mundo.

La llegada de Blackstone a España se fue gestando lentamente. Tras tantear el país antes, y pese a realizar varias operaciones como la adquisición de 6.400 millones en hipotecas tóxicas de Catalunya Caixa, no fue hasta 2014 cuando abrió su oficina en Madrid. Un año antes, nombró presidente en España a Claudio Boada, que había pasado por Atlas Capital, el Círculo de Empresarios, Lehmann Brothers y HSBC. Este es el hombre fuerte de Blackstone en España y ¿por qué no?, un buen perfil como presidente de Cirsa.

En España, Blackstone cuenta, entre otras inversiones, con varias socimis cotizadas en el MAB y con Anticipa Real Estate, plataforma de gestión de activos inmobiliarios creada bajo la estructura de Catalunya Caixa Inmobiliaria.

Y precisamente en estas inversiones radica alguna de sus más polémicas entradas en España donde la familia Aznar tiene implicaciones tal y como han publicado algunos de nuestros diarios:

El diario elplural.com daba una información el pasado mes de enero de 2017 donde contaba que José María Aznar Botella era consejero de una empresa vinculada al fondo estadounidense Blackstone y lo fue hasta julio de 2015.

Aznar Junior era consejero de Gesnova Gestión Inmobiliaria Integral, en la que era presidente era Juan Hoyos Martínez de Irujo, íntimo amigo de infancia del expresidente del Gobierno. Gesnova aparece ahora extinguida pero aún pueden verse los cargos directivos que estaban vigentes entonces. Gesnova tenía como consejera a la firma Intermediación y Patrimonio, propiedad del fondo Blackstone, según denunció Corruptil. (https://www.elplural.com/politica/2017/01/18/las-conexiones-empresariales-del-hijo-de-botella-que-el-juez-soslaya)

Aznar Botella aparecía, además, como consejero en otra empresa en la que Juan Hoyos Martínez de Irujo es presidente, Haya Real Estate, una compañía filial del fondo Blackstone.


El diario Público se hacía eco hace unos meses de que Blackstone y sus sociedades instrumentales compraron las 1.890 viviendas públicas que vendió Ana Botella como alcaldesa de Madrid a través de la EMVS por 128,5 millones de euros en noviembre de 2013.

Los miembros del Consejo de Administración de las sociedades instrumentales del fondo Blackstone crearon un entramado de sociedades "que durante años fueron adjudicatarias de promociones de vivienda joven del Instituto de Vivienda Pública de la Comunidad de Madrid, contaba el diario Público.
(http://www.publico.es/politica/denuncian-vinculos-aznar-jr-fondos.html)


Con estos mimbres se ha hecho fuerte en España...

A su vez, la familia fundadora de Codere denuncia estos días las maniobras de estos fondos buitres metiéndose en un proceso judicial que obligará a los fondos a convencer de sus inmaculadas razones.

La siguiente cuestión es cuánto se alargará el pleito y quién tiene menos prisa, más músculo y bolsillo para alargar los plazos.