El incremento, para la Directora, se debe probablemente al incremento de campañas de juego responsable y a una mayor concienciación en el entorno de los jugadores, que muchas veces es el que obliga al jugador a excluirse.
La reguladora, de acuerdo con la presidenta de la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Azajer), Esther Aguado, ve un principal subsector causante del problema: el juego online, que Júlvez no duda en definir como “muchísimo más peligroso que el presencial; permite jugar en cualquier sitio, lo que supone un riesgo para los sectores más vulnerables de la población”. Añade también que “el Estado no es consciente; a corto plazo va a generar un problema social”, que según su criterio debería atajarse con límites a la publicidad, una reivindicación que ha defendido durante dos años y medio sin frutos por ahora.
En la prensa aragonesa recuerdan el mecanismo: la autoprohibición es gratuita y se puede formalizar en la Dirección General de Justicia e Interior, entre otros puntos. Basta con mostrar el DNI y rellenar una solicitud. La baja sí tiene un coste: 40 euros.
El problema es que conseguir empezar a jugar siendo menor de edad, y Aguado señala que muchos de los inscritos lo hicieron así, ayudados por mayores que apostaban por ellos en los salones. Primero pequeñas cantidades y subiendo al cumplir los 18, adelantando la edad de inicio hasta los 16 o 17 años.
El control, insiste la noticia, es estricto, pero en algunos casos aislados los autoexcluidos recaen e intentan entrar con carnets falsos. Lo consiguen en ocasiones, siendo la entrada de prohibidos uno de los principales motivos de sanción. Fueron 186 expedientes a locales de juego en 2017 (197 en 2016) y 43 más en los tres primeros meses de 2018. Las sanciones van de los 150 a los 90.000 euros, las más habituales son de 1.500 y si se aceptan de entrada tienen un descuento del 40 %. Según Júlvez, “la mayor parte son por permitir fumar en el interior de los locales o por dejar entrar a menores”.
A pesar de todo, el balance no es negativo del todo para Júlvez, que habla del incremento de inspecciones: "Hemos pedido juego limpio a los locales. Muchos han cumplido desde el primer momento sin paliativos, pero otros han sido más reticentes. En este momento estamos moderadamente satisfechos con el resultado”. Además, se destaca que el sector "da trabajo a unas mil personas en la Comunidad".
Siendo el control actual bastante intensivo, ¿qué medidas se pueden tomar? Premiar a los que sí cumplen, por ejemplo. El gobierno de Aragón está estudiando formas de identificar a los que mejor cumplan con las directrices del juego responsable para distinguirlos de forma visible, con carteles o similar.
Hay 110 personas en tratamiento en la asociación Azajer, la terapia es necesaria para vencer una adicción que a menudo se mezcla con las drogas, principalmente la cocaína. Sobre todo son chicos, de entre 18 y 30 años. “Hay que empezar por los padres”, dice Aguado, “hay niños que con diez años ya tienen teléfono móvil. Deben ponerles un horario y, si tienen ordenador, colocarlo en el comedor. Han de saber dónde se meten sus hijos”.
En el Heraldo de Aragón también dan voz a Adán Marín, de 35 años, autoprohibido hace 22 meses tras un ultimátum de su pareja.
