La Casa Real y sus esfuerzos por ofrecer normalidad familiar les ha llevado a dar una imagen más que cuestionable al exponer públicamente a las Infantas Leonor y Sofía en un puesto de Lotería en un mercado de Palma.
En pleno debate de menores y juego, parece que de nuevo los baremos para juzgar al juego público o privado no vuelven a ser los mismos. La cercanía y cordialidad con la que Lotería Nacional ha logrado posicionarse en la opinión pública es sin duda uno de sus baluartes gracias a la labor a pie de calle de sus Loteros, los mismos que el Organismo quiere ir suplantando por máquinas expendedoras o terminales online.
Según cuenta el Lotero de este Mercado del Olivar de Palma: “Me he puesto muy nervioso pero me he atrevido a decirle a su majestad Doña Sofía que si quería un decimillo”. “Ella me ha contestado que sí y entonces doña Letizia ha dicho que también quería, les he dado uno a cada una, las niñas miraban atentas, pero no han dicho nada”.
La imagen queda ahí. Las Infantas con su madre y abuela se pasean y compran lotería normalizando la práctica del juego con menores.
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