Crece la preocupación por el futuro de los empleados del Casino de Buenos Aires en Puerto Madero

La preocupación por los puestos de trabajo que se perderían en el caso del cierre definitivo de las dos salas flotantes que funcionan en Puerto Madero sigue siendo uno de los temas más relevantes en el debate sobre la continuidad del Casino de Buenos Aires. El secretario Gremial del Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar, Ariel Fassione, expresó dicha preocupación y concretó que es importante que como en octubre de 2019 se termina la concesión otorgada por 20 años, la decisión sobre el nuevo permiso o la prórroga del existente se dé fuera de la época en la que se espera se desarrolle la campaña electoral.

Según Fassione, "en un contexto económico y social muy complicado para el país, con recesión y altos números de desocupación, la preocupación de los 3.000 trabajadores crece día a día porque ven que por ahora no hay voluntad política para resolver el tema y evitar un largo conflicto". En ese sentido, recordó que las salas "aportan impuestos por más de 150 millones de pesos mensuales en Ingresos Brutos, más una cifra superior aún en otros conceptos y sin duda ya se convirtieron en un atractivo turístico para los turistas extranjeros que llegan a la ciudad".


Sobre el futuro propietario, "los trabajadores no tenemos preferencias en ese sentido, puede ser el actual concesionario, uno nuevo, o el propio estado mientras el Casino siga operando y se respeten los derechos laborales de los empleados", respondió Fassione.
 En la actualidad, los barcos que hacen las veces de casino pertenecen en un 50 por ciento a la española CIRSA, propiedad de Manuel Lao, y el otro 25 por ciento al grupo que maneja el Hipódromo de Palermo y el resto a la firma Inverclub.