Con el cierre del canal
Movistar eSports la semana pasada, se pone de manifiesto el gran problema que tiene el sector de los deportes electrónicos en España: y es que básicamente esta industria no es capaz de generar el retorno de inversiones tan importantes como la que supone que la plataforma líder de televisión de pago en España dedique un canal en exclusiva a esta actividad. Por lo menos a corto plazo.
En el
Libro blanco de los esports en España, publicado por la
Asociación española de videojuegos (AEVI), en 2016 se indica que los ingresos generados ese año en España por parte de los eSports ascendieron a 14'5 millones de euros, mientras que en todo el mundo en 2017 los números aumentan exponencialmente hasta los 655 millones de dólares. Es cierto que las cifras del sector parecen aumentar cada año, pero el cese del canal de
Movistar eSports parece un paso atrás en el desarrollo del sector.
En todo caso Movistar ha querido suavizar la noticia e integrará parte de la programación (recordemos que la empresa cuenta con los derechos de retransmisión de la mayoría de grandes eventos de eSports): “
Una vez alcanzado el objetivo de dar a conocer los deportes electrónicos al gran público, democratizando y normalizando los esports en la sociedad y contribuyendo de forma activa a profesionalizar el sector, el camino continúa con una apuesta por nuevas fórmulas”.
Unas nuevas fórmulas que pasan por apostar únicamente por la distribución de contenido en formato digital... y es que parece evidente que rellenar 24 horas todos los días de contenido de máxima calidad de esta temática y competir con el consumo de contenido similar y mucho más personalizado en canales de Youtube o en retransmisiones de Twitch, es por ahora inviable en nuestro país.
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