Vale la pena rescatar algunas de las
respuestas que da Aitor Uriarte al medio online Noticias de Guipúzkua. Y es que en la entrevista, Uriarte repasa algunos de los temas que de forma más recurrente se pregunta la prensa generalista. Así que destacamos algunas de sus respuestas.
A la pregunta ¿
Cómo se fija el tope de 210 salones de juego en la CAV?, Uriarte explica que con la normativa anterior no existía un número máximo de salones, aunque sí de permisos. Además se necesitaban 12 permisos para poder abrir un local. Una realidad daba para 208 locales. "
Ahora, con la nueva normativa se han puesto dos locales más para redondear. Así que este número de locales ya viene de la normativa anterior".
Últimamente
el propio sector ve que puede ser el sector de salones el que les dé más beneficios y ha optado por ello. También es verdad que en dos años en el subsector de hostelería ha disminuido el parque de máquinas en 1.100 unidades. Hemos pasado de tener más de 9.000 bares con máquina a tener 8.200 permisos. De esos permisos hay casi 50 que no están operativos. Los tienen los operadores en sus oficinas pendientes de buscar un local en el que instalar una máquina. Bares con máquinas hay 7.800, de un parque de cerca de 14.000 bares en los que podría haber máquina. Se ha producido un incremento en los salones de juego, pero también un decrecimiento bastante importante en lo que es el sector de hostelería.
Sobre los otros subsectores,
Aitor Uriarte aporta algunos datos históricos de la evolución del bingo en la Comunidad: "
es un sector que ha bajado muchísimo es el del bingo. Hace diez años había 25 bingos en Euskadi y en este momento hay trece. También se ha disminuido a la mitad. Y de un aforo en bingos de cerca de 10.000 plazas, se ha pasado a 4.400 plazas. Ha habido una resituación de los subsectores del juego. Desde la Administración, con el cambio de normativa de 2016, propiciábamos que, si un operador nos entregaba seis permisos de hostelería, le dábamos un permiso para una máquina de un salón. Para un salón necesitan doce permisos. Esa combinación ha hecho que baje mucho la hostelería y crezcan algo los permisos en salones".
En la entrevista se pide a
Uriarte que compare la situación de Euskadi con la de otras jurisdicciones autonómicas españolas. Para el Director de Juego vasco insiste en que Euskadi está en "
la media"... "
Igual en salones estamos un poco más altos y en bingos más bajos. En hostelería estamos bastante más bajos porque aquí solo permitimos una máquina tragaperras por bar, mientras que en otras circunscripciones permiten dos o incluso tres, como en Catalunya. Aquí tenemos una oferta de calle menor. En salones sí que estamos algo por encima. Nosotros optamos por concentrar de alguna manera la oferta del juego en locales, de tal manera que el juego perdiese una mayor capilaridad".
Y quizás donde
Uriarte ha sido más determinante ha sido
destacando la importancia del sector del juego en la sociedad:
"
de las cosas importantes del sector del juego, y no me importa echar una lanza por ellos, es que es un sector muy regulado. Es un sector cumplidor en una gran medida, aunque siempre hay algún expediente sancionador. Las dos casas de apuestas que son 100% vascas me trasladan que, por ejemplo, una tiene 400 y la otra 300 empleos. Son empleos muy cualificados, muy tecnificados y muy jóvenes. Por otro lado, está la aportación fiscal que hacen estas empresas, que es importante. Hay que tener en cuenta que cada máquina instalada en un bar paga una tasa de 3.000 euros al año. Si lo multiplicamos por las más de 8.000 máquinas de Euskadi, sale una cantidad importante. Hay otras 2.600 máquinas en salones de juego que pagan otra tasa igual. Con el nivel de empleo directo que tienen, yo calculo más o menos que andaremos a un nivel de empleo en Euskadi entre las 2.500 personas o las 3.000 que viven del juego. De todos modos, esperamos que esa sea una de las cifras que nos diga el Observatorio Vasco de Juego. Hay que contar su aportación por IRPF y por mil otras cuestiones que también aportan. El sector del juego también tiene que tener muy claro que hay que ajustarse a unas normas y a un buen hacer de su práctica, porque no todo vale. Compaginando las dos situaciones podremos tener un juego óptimo".
Evidentemente,
Uriarte habla también de las
consecuencias negativas que -como cualquier sector- pueden darse con el juego, por ello insiste en que el propio sector debe ser -y lo es- responsable, teniendo unas "guías procedimentales de actuación con aquellas personas que no puedan jugar por la edad o que tengan problemas por su juego excesivo. Tienen que ser exquisitos a la hora de tratar estos temas. No todo vale. Hay afecciones que nos gustaría que fuesen cero, pero las tienen que minimizar al máximo". También en este sentido destaca que para algunos temas, se consulta a a las asociaciones de ludópatas: "
lo mejor es que haya foros en los que cada uno exponga sus dificultades y situaciones, y seguro que se llegan a puntos de encuentro. Podremos hacer un sector del juego aceptable".
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