El descenso del que nos hemos hecho eco en esta noticia de las cantidades de apuestas presenciales, que bajan un 1,03% en 2018 en Aragón, contrasta con el incremento de ventas que ha obtenido la ONCE. Una realidad que sirve para demostrar la doble vara de medir y la excesiva fijación con el sector privado, cuando los datos siguen mostrando que es SELAE y ONCE quienes abanderan de forma clara y meridiana sus resultados y su visibilidad.
Mientras que como explicábamos en esta noticia, en Aragón las ventas de la ONCE ascendieron en 2018 hasta los 33,5 millones de euros, mejorando un 1,45% sus resultados de juego en la comunidad, la situación de las apuestas presenciales fue distinta. Tal y cómo ha explicado la directora general de Justicia e Interior del Gobierno autonómico,
María Ángeles Júlvez, en la Comisión del Parlamento de Aragón, las apuestas de azar presenciales han descendido un 1,03 por ciento en Aragón durante 2018 respecto al año anterior con un gasto de 62 millones de euros frente a 62.736.000 en 2017.
Esta realidad, muestra nuevamente la paradigmática situación que se suele vivir en la mayoría de jurisdicciones y a lo largo del tiempo de forma sostenida -a excepeción de algunas épocas de auge de algun segmento cómo ha podido ser del de apuestas deportivas en algún trimestre concreto- y es que el sector privado debe lidiar con la inmensa mayoría de ataques cuando son los juegos públicos o semipúblicos los que cada vez cuentan con una mayor presencia en nuestras calles y hogares, avalado ésto por
datos objetivos de crecimiento como el citado por Júlvez.
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