Amparo siempre se ha caracterizado precisamente por su saber estar, huyendo de focos y flashes de fotografías y manteniéndose en ese segundo discreto plano desde el que su labor es más complicada que sea reconocida públicamente.
Sin embargo, ello no fue óbice para su reconocimiento y mantenimiento en un cargo no político primero como Jefa de Servicio desde el año 98 al que llegó desde Consumo y luego desde el año 2005 sustituyendo a Jorge De Scals como Subdirectora General de Juego de la Generalitat Valenciana.

Pudiera parecer para quien no la conozca que sea persona inaccesible, tajante y obstinada en sus convicciones aunque nada más lejos de la realidad ya que su talante conciliador con el sector y los políticos, haciendo de nexo de unión fue precisamente el germen que proporcionó una larga etapa de estabilidad jurídica y reglamentaria en la Comunidad Valenciana, a pesar de las lógicas discrepancias jurídicas surgidas en ocasiones en largas y tensas reuniones aunque siempre desde el aprecio y el cariño mutuo y sabiendo que es una persona en la que puedes confiar y que si dentro del estricto cumplimiento de la normativa vigente nos podía ayudar como administrados no nos iba a fallar, y aunque desde fuera de la CV sin ser una falsa leyenda urbana se opinara que pese a tener una de las mejores regulaciones estatales siempre eran mejorables los tiempos de respuesta administrativos ante dilaciones cíclicas, lo cierto es que ella siempre se esforzaba por abreviar dichos plazos en cuanto de ella dependía.

Funcionaria de carrera técnica de la Generalitat, gran conocedora del procedimiento administrativo y de los reglamentos de funcionamiento internos, inteligente, sincera, liberal, agradecida, pragmática, con fino sentido del humor, atenta en el exquisito trato personal y telefónico y sobre todo una gran mujer adelantada a su tiempo en ideas y convicciones y que nos deja un grato recuerdo de discreción y prudencia y de saber estar, por lo que lo mínimo que se merece ya como ex Subdirectora Gral de Juego desde el pasado 8 de mayo, como mujer y como amiga por su comprensión y ayuda durante estos casi 20 años, es este breve reconocimiento público que seguramente no le gustará cuando lo lea ya que nunca buscó ningún protagonismo ni la gloria ni pasar a la posteridad como Subdirectora sino como persona, y la normalidad en el trato funcionarial es de agradecer y mucho en situaciones actuales como las que estamos viviendo y sufriendo y que se pueden agravar en el futuro con la reciente Ley de Grupos de Interés o reguladora de la actividad de los lobbies con la Generalitat.
No me resta más que matizar que el presente artículo si bien está escrito a título particular, creo sinceramente que recoge el sentir generalizado de prácticamente toda la Industria del Juego Privado y de mis compañeros de profesión.

Por ello, mil gracias Amparo y te deseamos que ahora tengas tiempo para dedicarte a tus otras pasiones como la escritura y la literatura, así como esperemos que tu sucesor/a cuando se forme el nuevo Consell recorra la misma senda.