José González Fuentes, presidente del Grupo LUCKIA, es una de las voces más representativas de la industria del juego en nuestro país y más en concreto en Galicia. Como uno de los actores de referencia del sector ha contestado a nuestras preguntas relativas a algunas de las medidas que la Xunta parece ser que planea implantar, entre ellas, la posible irrupción del control remoto en la máquina B en Hostelería, algo legalmente inédito en nuestro país y que pone en peligro la estabilidad de dos sectores fundamentales para la economía española, el del Ocio y el de la Hostelería, que sustenta a miles de autónomos.
José González Fuentes, hace una valoración en general positiva del borrador actual, aún en tramitación y por ello susceptible de consenso que permita una adecuada sostenibilidad de todos los sectores implicados. Le preocupa que el sector de juego tradicional pague los platos rotos del boom del juego online y el descontrol de su publicidad”. Para el público general “es lo mismo juego online que juego social o de apuestas, no distingue”. Por ello, ”nos preocupa la máquina en Hostelería como afectado directo de las medidas que se anuncian”.
"El sector de juego tradicional está pagando los platos rotos del boom del juego online y el descontrol de su publicidad"
Añade el presidente de LUCKIA: “Durante 41 años la máquina en hostelería ha sido una actividad pacífica y recreativa. Cualquier medida restrictiva a la máquina B atenta a la estabilidad con la que ha convivido en cualquier bar. Siempre ha sido y sigue siendo una máquina de carácter recreativo, por eso no está en locales de juego, sino que complementa la oferta de ocio en los bares con premios tan limitados”. Y señala: “No hay ningún lugar del mundo con una medida restrictiva semejante”.
“No hay ningún lugar del mundo con una medida restrictiva semejante”.
José González Fuentes recuerda que, en los años 80, Galicia tenía 20.000 máquinas B; en 2015 pasaron a 10.100 máquinas B y en 2018 se ha quedado en 8.400, “es decir, una reducción del 35% con lo que supone, además, de grave problema de sostenibilidad para los negocios hosteleros de miles de autónomos”.
"Siempre ha sido y sigue siendo una máquina de carácter recreativo, por eso no está en locales de juego, sino que complementa la oferta de ocio en los bares con premios tan limitados”
Apunta el presidente de Luckia que quizás poner atención por parte de la Xunta en
“disponer de control en los terminales de apuestas en Hostelería tenga más sentido atendiendo a la alarma social existente”.
E insiste en la idea fundamental: “Hoy por hoy, el juego más adictivo es el del Rasca de la ONCE que se vende en bares, sin control alguno y con premios de hasta 1 millón de euros. Asi lo constatan alguna de las asociaciones que manifiestan que la máquina B no es el principal problema en Galicia
“Hoy por hoy, el juego más adictivo es el del Rasca de la ONCE que se vende en bares, sin control alguno y con premios de hasta 1 millón de euros"
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