El Hotel Monte Igeldo de Donostia, San Sebastián, fue junto a sus espectaculares vistas, la sede de la Jornada Técnica sobre la Responsabilidad Social de los Salones de Juego de Euskadi, celebrada este 29 de octubre gracias a la impecable organización de la Asociación de Salones recreativos y de juego de Euskadi (A.S.E).
La primera ponencia estuvo a cargo de Juan Lacarra, Secretario de la Asociación Española de Empresarios de Salones de Juego y Recreativos (ANESAR), quien resaltó la importancia de las jornadas y luego explicó a los presentes el plan de Responsabilidad Social de los Salones de Juego de esta asociación.
Comenzó por contextualizar la realidad de la industria, en este sentido los salones tienen un 7 % de la distribución total del juego, donde el sector público tiene un 45 %. También aprovechó para desmentir que se juegue más, pues los números indican que se juega menos que hace diez años.
Lacarra afirmó que sin lugar a dudas el número de salones ha tenido un crecimiento, pero sus cifras están muy alejadas de las publicadas en los medios y resalta que este aumento ha sido sobre todo en ciertas zonas donde no hay medidas de planificación.
En lo que respecta a menores, explica que hay que negar las magnitudes que se publican en los medios.
Aclara que si bien la Operación Arcade no llegó al País Vasco, la cifra de 28 menores de 2000 inspecciones en toda España es una prueba clara de que no pasan libremente. Y hace énfasis en que hay que trabajar al respecto, pues son 28 menores más que definitivamente no quieren.
Del mismo modo, explica que tienen identificados algunos de los factores por los que está pasando esta presión mediática, uno de ellos es la publicidad del juego online, que si bien ha contribuido a la visibilidad del sector ha influido en la percepción negativa de la opinión pública hacia el mismo. Lacarra plantea entonces una de las preguntas más recurrentes: ¿cuándo van a regular la publicidad?
Volviendo a los factores que han incidido en la presión mediática de los últimos tiempos, habla del crecimiento del número de salones, algo que está regulado en muchas de las comunidades autónomas, como el caso de Euskadi, y reafirma que desde ANESAR apoyan la planificación del sector.
En consecuencia, esta exposición en los medios se ha traducido en protestas y bajas en la reputación del sector. Ante esto, se trata de ser respetuosos del derecho a la manifestación pero denunciar y colaborar con la policía.
Otras consecuencias son las regulatorias, pues las administraciones reciben presiones y se están estableciendo más regulaciones con cambios en dos aspectos fundamentales como lo son el control de la actividad y la planificación.
Ante esta situación, Lacarra resaltó que “hay que hacer cosas distintas” y enfrentar los cambios con “profesionalidad, que de eso sabemos y nos sobra”. Sin embargo, en un momento de autocrítica dijo: “Debemos reconocer que tenemos margen de mejora, que quizás no es suficiente y la sociedad nos demanda algo más” y agrega “no nos pueden ver como un problema, sino como parte de la solución”.
Por otro lado, abordó el tema de las asociaciones en lo que respecta a la responsabilidad social corporativa y expresó la importancia de tener una visión integral y proveer de las herramientas necesarias a los operadores para lograr los objetivos no solamente en esta área, sino en el cumplimiento normativo, pues estas acciones son la “máxima garantía de credibilidad”.
Esta visión integral debe ser compatible con los mayores valores del sector, es decir, el ocio y el entretenimiento, pues según Lacarra cuando “un cliente deja de disfrutar en nuestras instalaciones, el problema lo tiene él, pero también lo tienen las empresas, porque en nuestro ADN ha de estar el entretenimiento”.
Es por ello que en el marco de la responsabilidad social corporativa y el juego responsable, hay proyectos enfocados para empresas, clientes y empleados. En el caso de los clientes, está el Proyecto Enjoy, para proveer de herramientas para un buen uso de las instalaciones y destaca que desde 2015 trabajan con un decálogo de juego responsable.
Para los empleados resulta fundamental saber detectar y poder actuar. Ante esto, ANESAR propone la formación en juego responsable, un programa académico que han pedido a la consultora extranjera G4, con experiencia en varios países.
Esta formación tiene seis temas principales: definiciones y perfiles de clientes, signos a observar en el comportamiento, las fases hacia un juego no saludable, consejos para controlar el juego no saludable, servicios de juego responsable que se ofrecen y pautas ante distintas situaciones como el acceso de menores o prohibidos. Luego de aprobar el respectivo examen, los empleados pueden obtener un certificado con una validez dos años.
En esta línea, desde ANESAR se promueve que las empresas vayan más allá del cumplimiento, sensibilicen todas sus estructuras y obtengan un sello que las certifica como establecimientos de calidad y responsabilidad. Ante esto, Lacarra explica “nuestro gran sello de calidad es la autorización administrativa, nuestro check list es el reglamento y nuestros auditores son las inspecciones”.
Resaltó que en unos pocos meses más de 80 salones han participado en este proyecto, para el cual se usa un tercero independiente acreditado por ENAC y cuyas auditorías in situ ofrecen informes detallados y extensos, que permiten saber lo que está bien y todo aquello que se puede mejorar, siempre considerando las distintas realidades autonómicas.
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