En relación a la temática del evento, enfatizó que desde
ANESAR están en pro de
“reunir el sentir del sector empresarial de salones de juego a nivel nacional por medio de las asociaciones que forman parte de la estructura y del gran valor que nos aportan”.
En este sentido, afirmó que desde el sector es necesario hablar de equilibrios cuantitativos y cualitativos. En primera instancia, en lo que respecta a lo cuantitativo
“debemos hablar del comportamiento del mercado, que en las diferentes comunidades ha sido muy asimétrico”. Para esto, se ha pensado en acondicionamientos de la oferta por medio de una planificación.
En cuanto a los equilibrios cualitativos, comenta que
“desde hace no tanto, hablamos de equilibrios internos dentro del juego presencial privado”. Y añade,
“estos equilibrios se han mantenido controlados, por medio de las normativas autonómicas”.
Más específicamente,
“en general las comunidades autonómicas han entendido muy bien al sector, se han establecido medidas de ordenación y planificación durante 40 años y se ha podido ejercer la actividad con bastante normalidad. Todos los factores han podido convivir de una manera pacífica durante todos estos años”.
Como es de esperarse, la actual situación problemática y los cambios enfrentados por el sector formaron parte de su ponencia cuando dice
“hay que entender que hay elementos nuevos que no están en la misma sala competencial y que forman ahora parte de estos desequilibrios. Ya se hablaba del juego online, regulado por el gobierno central y cuyos juegos, son los mismos que se comercializan con el presencial, pero coincido con Miguel, con una diferencia de sumisión y práctica que hace difícil una diferenciación unos juegos con otros”.
En esta dirección, subraya que
“una de las grandes diferencias entre un canal y otro, es precisamente en asuntos publicitarios; que lo tenemos identificado, como causante de una alarma social en la actualidad”.
Lacarra hizo énfasis en la importancia de cumplir con las normas
“como punto clave para la sostenibilidad de esta industria”. Al respecto, afirma que
“están en nuestras esferas de visión adoptar proyectos de responsabilidad social corporativa y hay que animar a los empresarios a que hagan esta labor”. Agrega también que
“debemos ponernos todos de acuerdo de la tolerancia cero con los menores de edad y los autoexcluidos”.
En referencia a la regulación, expone que
“hay que proteger a los que hacen mal uso de nuestros productos; pero también hay que proteger a los que hacen buen uso, que son la mayoría, ciudadanos adultos y libremente eligen nuestra oferta”.
Asimismo, afirma que
“una buena regulación es la garantía para un buen desarrollo de la actividad. El propio gobierno ha reconocido a la hora de redactar el proyecto de publicidad del juego online, en un proyecto que ya no pinta tan intervencionista como estaba en el programa político”.
De igual manera, Lacarra hace referencia al artículo 129 de la ley de procedimientos administrativos, donde se explica que
“la iniciativa normativa se ejercerá para generar un marco normativo estable, predecible, integrado, claro y sin incertidumbre”. Sin embargo, la teoría contradice a la práctica, cuando se ven medidas que
“parecen diseñadas no para la planificación ni para la protección de menores y de personas vulnerables, sino más bien para una serie de cierres o una reducción de la actividad”.
Finalmente, y como nos tiene acostumbrados, hizo un llamado de atención, en esta oportunidad invita a
“trabajar mucho y dar valor a esa definición de la Real Academia del equilibrio en cuanto a responsabilidad, mesura y sensatez de los actos y juicios”.
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