María Eugenia Vidal aún no ha anunciado la adjudicación de las prometidas licencias de juego online a las que aspiran grandes operadores internacionales asociados a empresas de juego presencial en la región. Una de las realidades es que en las últimas semanas las presiones de colectivos peronistas y de instituciones como la Iglesia han sido evidentes y por ejemplo ésta ha mostrado un rechazo total a cualquier medida que facilite la promoción del juego.
Tras incluir la ley en el presupuesto 2019, el gobierno provincial avanzó en mayo con los pliegos de un concurso que permita adjudicar ese negocio a siete grupos conformados por empresas nacionales e internacionales. El problema es que no se ha cumplido ninguna fecha de las que se apuntaban como las que iban a servir para anunciar a las empresas ganadoras.
La posibilidad de perder un segundo mandato hace que Vidal parece no quiera posicionarse de forma clara en la resolución de este conflicto; pero la presión de las empresas del juego es fuerte y estas compañías -muchas multinacionales- han invertido mucho dinero y recursos en la licitación a 15 años para ahora encontrarse en una situación estancada.
Así que el rival de Vidal, Kicillof podría también tener una gran responsabilidad a la hora de desatascar este tema.
Fuente:
LaPolíticaOnline.com
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