GRECOJOC, Asociación que representa al 80% de empresarios de Salones de Juego de Catalunya, considera innecesaria y estéril la medida anunciada por el Ayuntamiento de Barcelona de prohibir la apertura de nuevos locales de juego presencial (salones, bingos y casinos) en la ciudad.
En un duro comunicado acabado de hacer público se manifiesta:
Se trata de una decisión reiterativa y carente de efectos prácticos, además de ser injusta y dar a este sector un inmerecido trato que para nada se corresponde con la realidad: “No hay proliferación de establecimientos de juego presencial en Catalunya ni en Barcelona, habida cuenta de que todo el sector del juego presencial catalán se encuentra contingentado y, por tanto, limitado por la normativa vigente de la Generalitat de Catalunya”.
Desde hace casi 15 años, la acertada política de planificación y control del juego impulsada por el Govern de la Generalitat de Catalunya establece una limitación del número máximo de establecimientos de juego presencial (salones de juego, bingos y casinos), con lo que no es posible que se produzca un aumento de las licencias máximas autorizables.
Así, el Ayuntamiento de Barcelona parece ser desconocedor de la vigente normativa catalana que ya establece un régimen de distancias mínimas entre establecimientos de juego y otros edificios y dependencias (centros docentes, hospitales, etc…); una normativa que, en la actualidad, es reconocida en el sector como la más restrictiva de todo el estado español.
Rechazamos cualquier alarmismo por parte del Ayuntamiento de Barcelona que da a entender la existencia de un problema con el juego presencial en la ciudad, cosa que negamos rotundamente. Posiblemente dicha alarma injustificada es debida a un “efecto contagio” que se produce a raíz de lo sucedido en otras Comunidades Autónomas, como la Comunidad de Madrid por ejemplo, donde la planificación del juego presencial ha brillado por su ausencia hasta hace pocos meses.
Tan solo hace falta comparar la cantidad de establecimientos de juego presencial que podemos encontrar en la ciudad de Madrid, donde se superan los 400, mientras que en la ciudad de Barcelona son sólo 53, lo cual representa apenas un 10% de la cantidad existente en Madrid.
Barcelona es por tanto, desde toda la vida, una de las ciudades de España con más control del juego y menos locales de juego por habitante. ¿Es justificable esta medida por parte del Ayuntamiento? ¡Rotundamente NO! Entendemos pues, que la misma debe interpretarse en clave electoralista y populista, algo únicamente explicable por las fechas en las que nos encontramos, y que a la práctica, carece de virtualidad y/o impacto en la prevención de las adicciones sociales y la protección de los colectivos más desfavorecidos con los que GRECOJOC colabora y empatiza de manera expresa desde hace muchos años.
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