En Brasil, las apuestas deportivas fueron legalizadas y reglamentadas a finales de 2018, en un principio para ser operadas por el sistema de loterías públicas, pero este plan nunca llegó a ser puesto en marcha. Ahora, el gobierno ha incluido al sistema de apuestas deportivas, dentro de las empresas y servicios a ser privatizados, como parte sus acciones para dinamizar la economía del país.
En este sentido, Martha Seillier, secretaria especial del Programa de Asociación de Inversión (PPI) del Ministerio de Economía, expresó que el gobierno está tomando las acciones necesarias para agilizar el proceso de privatización, atraer inversores tanto nacionales como extranjeros y con ello de aliviar al estado, mejorar el entorno empresarial y generar empleos.
De acuerdo con una publicación de la Agencia EFE, la reglamentación de las apuestas deportivas en Brasil responde a que el gobierno descubrió que perdía una importante fuente para la recaudación de impuestos que podían ser inyectados a la economía. Esto, sobre todo al considerar que es un servicio ofrecido de manera legal por muchos sitios web constituidos fuera de Brasil, pero que basan toda su estructura en los pronósticos de los resultados de los eventos deportivos de este país.
Así, por concepto de apuestas deportivas, Brasil podría estar dejando de ganar unos 1.200 millones de dólares. Puesto que, según la norma del 2018, los ingresos se distribuirían de la siguiente manera: 80 % pago de los premios, 2 % para entidades deportivas de fútbol, 2,5 % para inversiones en seguridad pública, 1 % para entidades educativas y el restante para el mantenimiento y el pago de impuestos.
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