En el marco de las actividades del segundo día del 9º EXPO CONGRESO ANDALUZ SOBRE EL JUEGO, tuvimos la oportunidad de deleitarnos con la ponencia titulada “Importancia del lenguaje en el sector del juego”, la cual fue presentada por el José Antonio Gómez Yáñez, Profesor de Sociología y Miembro del Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III de Madrid.
Gómez Yáñez hizo un análisis de la importancia y trascendencia de los términos y palabras a utilizar por el sector tomando como base un libro que se llama
Palabras que funcionan de Frank Luntz. En este sentido, hace énfasis en que las palabras crean historias, a su vez estas crean relatos que nos contamos y asegura que muy probablemente no gustarán las palabras usadas por la opinión pública a la hora de referirse al sector del juego.
“Sencillamente, la misma realidad se puede transmitir con palabras distintas, con vocablos distintos”, por lo que, “si hacemos el esfuerzo de transmitir una realidad con palabras distintas a los habituales, seguramente vamos a ver el problema de forma distinta o como se ve convencionalmente”.
Cuando en la opinión pública se usan las palabras menores y jugadores, el sector no tiene oportunidad de ganar el debate, pues hay un problema de credibilidad que se alimenta de estas fuentes, de estas palabras. Además, es importante considerar que la “opinión pública ya no busca héroes, busca víctimas”.
Al respecto, explica que “hay poderosas fuerzas sociales a escala global, a escala internacional, que han puesto en marcha esto, esta trituradora sobre el sector del juego, que han puesto en marcha este lenguaje y que tiene su origen además en la Asociación Americana de Psicología y en un montón de publicaciones académicas”.
En esta línea, asegura que “cuando el sector acepta este lenguaje y habla sobre sí mismo en esos términos en demasiadas ocasiones, ha entrado en terreno hostil”. Por este motivo, Gómez Yáñez indica que es fundamental “recuperar el control sobre su lenguaje” a través de sus portavoces.
Recomienda la cautela a la hora de hablar, unificar el mensaje, saber exactamente qué es lo que dicen y quiénes son sus portavoces.
Asimismo, es fundamental pasar de hablar de jugador a hablar de cliente, esto porque socialmente se percibe que un jugador es una figura no prestigiosa que no sabe controlar sus impulsos. De hecho, “los adversarios del juego han conseguido que en este momento cualquiera que pise un local de juego sea visto con ribetes negativos”.
De esta manera, el ponente subraya que es prioritario que el sector del juego presente a sus clientes como personas que simplemente se divierten. Más específicamente, individuos que van a un establecimiento a comprar algo o recibir un servicio, en este caso entretenimiento.
También alerta sobre el uso del término máquina de juego y luchar porque las nuevas normativas mantengan el concepto de máquina recreativa en bares o será el primer paso para que el sector de hostelería también sea regulado.
En contraparte se deben resaltar los datos económicos del sector, la generación de empleo, las cotizaciones sociales y la gran feminización de sus plantillas. Para finalizar, alerta que “los datos no valen para nada si se comunican mal o se comunican poco”.
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