El Consejo de Ministros aprobó el viernes la nueva Estrategia Nacional de Adicciones que incluye por primera vez al juego online como “adicción sin sustancia”. Se trata de uno de los acontecimientos esperados por la Industria tras la información que se dio al respecto en anteriores Consejos de Políticas del Juego donde el Director Juan Espinosa informó a las Comunidades Autónomas de la nueva catalogación en la que se incluiría la práctica del juego de acuerdo a la nueva publicación de la Asociación de Psiquiatría Americana que es la autoridad internacional en la materia...
Toca ahora, y como ya viene haciendo el sector, ponerse manos a la obra y visibilizar su compromiso y cooperación por la transparencia y la verdadera lucha por abanderar el Juego Responsable de cara a la opinión pública y a todas las sensibilidades políticas que se mueven en el espectro nacional de partidos.
La Estrategia Nacional de Adicciones que ofrecemos a nuestros lectores se desarrollará hasta 2024 y se dotará con más de mil millones de euros, el 24% procedente del Fondo de Bienes Decomisados por narcotráfico.
Así, la estrategia incluye por primera vez, además de las drogas clásicas, las “adicciones sin sustancia”, las comportamentales, como a las nuevas tecnologías, los juegos online y los videojuegos.
Así reza el documento, en su pág. 12:
La Ludopatía es un trastorno reconocido por la Asociación de Psiquiatría Americana desde
1980 (DSM-5; APA, 2013) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que lo recoge
en su clasificación Internacional de Enfermedades en el año 1992. Desde un punto de vista
etiológico, el juego patológico es un trastorno multicausal, en el que intervienen factores de
riesgo ambiental (género, edad, nivel socioeconómico, estudios, disponibilidad y oferta de
juego, etc.), psicológicos (impulsividad y búsqueda de sensaciones, déficits en estrategias de
afrontamiento y solución de conflictos, comorbilidad, déficits y alteraciones
neuropsicológicas) y biológicos.
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Según el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, los responsables del Ministerio de Sanidad, Servicios e Igualdad están preocupados por el uso compulsivo de las redes sociales que hacen los menores, pero también precisan que esto no significa “estar enganchados” o que sea una adicción.
No obstante, esa forma de acercarse a las nuevas tecnologías puede derivar en problemas para esas personas y les convierte en población de riesgo, con lo que, según Babín, hay que intervenir sobre ellas “para que no les afecte” a su salud.
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