Hacienda está empezando a solicitar a empresas la identidad de compradores y vendedores y las transacciones realizadas. Un movimiento estratégico que busca meter más presión a un sector -el de las criptomonedas- que ve como sus principales nombres como
Bitcoin o
Ethereum están disminuyendo su valor desde los máximos históricos del pasado mes de diciembre de 2017. Por lo que parece, la intención de Hacienda es dar un toque de atención a comercios electrónicos y empresas del sector online para que el bitcoin y otras criptomonedas no sigan su expansión. Según fuentes de la
Agencia Tributaria, la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (
ONIF) ya habría enviado requerimientos de información a 60 entidades.
Sabíamos que
Montoro había puesto el punto de mira en "la incidencia fiscal de nuevas tecnologías, como blockchain, y, en especial, las criptomonedas", pero no se esperaba que los requerimientos de información de la
ONIF se amplíen a entidades de crédito, que estarán obligadas a informar sobre las cuentas bancarias que sean origen o destino de transferencias desde las cada vez más populares casas de cambio de criptomonedas.
La información reclamada afecta a la titularidad de las cuentas, al número e importe de los cargos y abonos de esas cuentas y a la identificación de tarjetas vinculadas con esas mismas cuentas, por lo que tanto cargos en tarjetas y como transferencias bancarias van a permitir seguir el rastro de los beneficiarios de incrementos patrimoniales relacionados con la compra-venta de criptomonedas. Pero también han sido unas 40 empresas que aceptan en Internet el pago con criptomonedas las que han recibido las mismas notificaciones. El fisco les reclama la facturación con criptomonedas, el porcentaje del total, facturas y tickets pagados con criptomonedas, identificación de clientes, criterios con los que los contabiliza, tipo de cambio aplicado....
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