Elsa Artadi es seducción sin maquillaje; franqueza y sonrisa instruida, inteligencia viajada. Elsa Artadi ocupa toda la estancia en la que está. Nadie puede dejar de mirarla. Elsa magnética e irresistible.
Aterrizo de Harvard al juego catalán acompañada de otra maravilla de mujer, Georgina Ferri, ahora de excelente periodista en el diari.ara. Juntas eran infalibles y con ellas viví emocionantes momentos para el sector y para mí, como periodista. Recuerdo aquel correo electrónico donde Georgina me citaba para hacer unas fotos de Elsa Artadi con Fernando Prats firmando el protocolo del bingo electrónico. Dos sonrisas como dos soles en aquella foto. Porque nada seduce más entre dos personas que la inteligencia, como todos ustedes saben.
Pedí una entrevista con Elsa Artadi y un día de julio nos fuimos a hablar con ella. Yo llegué tras saludar a los amigos de MGA que me llevaron hasta la puerta donde esperaban Ortega y Antonio Inglés que iba a hacer la grabación. Doble satisfacción por mi parte, traer la sonrisa de la familia Sanahuja y aterrizar en el cobijo de otra inteligencia sincera. Elsa hablaba de su familia, visitante del Casino y de los usos de su infancia donde la práctica del juego por parte de los mayores era algo habitual. Lo hacía abriendo las manos con franqueza. Sólo se torció la tarde al hablar de Montoro y sus pretensiones con la Ley de Unidad de Mercado. La sonrisa se volvió rotundez severa de la que montará guardia hasta los restos para que eso no suceda. Y después, sucedió a las bravas y veremos cómo se va encajando ese roto en la historia catalana mientras el gobierno que lo provocó languidece y ella se alza sobre los que querían doblegar.
A Elsa la pasearon por las televisiones y radios con la Gorda de la Lotería catalana porque ella la inventó. Dudo de su comodidad ante esa exhibición ferial pero creo que su convicción de catalana y de ayudar por mantener la hacienda pudo más que la exhibición con una muñeca cabezona.
Nos queda Elsa Artadi haciendo yoga, levantando pasiones en redes sociales (“pues a mí me gusta”, es lo que más se oye entre los hombres), viajando a Bruselas, a Berlín, soportando machirulos comentarios de ‘novia de…’, ‘puesta por…’; quienes hemos tenido el privilegio de conocerla hemos sido iluminados por su inteligencia y también, por su cierta terquedad. Pero ha llegado ahí por algo además de por talento. Será Presidenta o no será.
Aquí en su época rubio platino en pleno apogeo como Directora de Tributos y Juego
Con La Grossa, mirada inteligentemente bella, acapara las miradas... mira que la otra señora es grande, pero tú sólo puedes mirarla a ella
Pura normalidad