Juego y Sociedad

¿Os imagináis al presidente del gobierno español o de cualquier comunidad autónoma pronosticando abiertamente sobre una competición de eliminatoria directa con más de medio centenar de equipos implicados? No me refiero a una tímida respuesta "off the record" sobre quien ganará el clásico Barça-Madrid o quien ganará la liga, lo que quiero decir es HABLAR SIN TAPUJOS, RAZONAR, PRONOSTICAR e incluso MOSTRAR ABIERTAMENTE SUS PREFERENCIAS sobre el rendimiento de los 68 equipos que se van a enfrentar en los próximos días en un formato de playoff y en definitiva sobre sobrte quien va a ser coronado mejor equipo universitario de baloncesto.

En Estados Unidos ésto es una realidad que se repite cada mes de marzo cuando se acerca el desenlace del campeonato de baloncesto masculino universitario (NCAA).


El baloncesto universitario en Estados Unidos tiene en marzo su fase final, también llamada "March Madness" (la locura de marzo) o "The Big Dance" (el gran baile... del baloncesto). El March Madness cuenta con un total de 68 participantes. Hay una primera ronda con pequeñas universidades que reciben invitaciones especiales para participar de la fase final del torneo, pero a partir de ahí tenemos un cuadro clásico tradicional de playoff con eliminatorias directas a partido único repartidas en dos semanas.

Una auténtica locura de baloncesto universitario, a un partido, donde todo puede pasar. Espectáculo, sorpresas, sentimientos de pertenencia con la universidad en la que hemos estudiado... en definitiva, una competición excitante, que consigue paralizar a gran parte de Estados Unidos. De hecho, la primera semana presenta la mayor tasa de absentismo laboral en el país.


Este formato de eliminatorias directas con 68 equipos implicados es perfecto para juegos de fantasy, promociones comerciales, concursos, seguimiento audiovisual, etcétera. Y todo centrado en el concepto de "bracket" o la especie de esquema visual que sirve para mostrar las eliminatorias y los resultados. Lo que llamaríamos aquí un cuadro de competición. Es este bracket, el que sirve para ilustrar en una imagen toda la esencia del formato y sus posibilidades en cuanto a pronóstico y herramienta de discusión y debate social.

Si dejamos de un lado las cuotas, acertar todos los resultados de los partidos de este bracket es casi imposible (en probabilidades, sería 9,223,372,036,854,780,000 a uno) por lo que es habitual que medios de comunicación ofrezcan premios de millones de dólares a quien acierte todos los pronósticos de su bracket.


Millones de paginas web visitadas sobre trucos, consejos y por ejemplo como rellenar tu bracket; millones de brackets publicados en redes sociales, horas de televisión... Medios de comunicación, deportistas, artistas, políticos se toman muy en serio este juego.


Pocas cosas cómo el participar de este fenómeno unen estos días a republicanos y demócratas, a deportistas de cualquier especialidad, a celebridades de Hollywood. Series de televisión (principalmente las famosas comedias de situación americanas) han utilizado como hilo argumental el March Madness, siendo una escena de "How I met your mother" (Cómo conocí a vuestra madre) una de las más populares que se recuperan estos días y que sirve para comprobar cómo un "bracket" del March Madess puede servir para construir un capítulo de una serie de éxito, aunque sea en este caso "ajustando" el concepto de bracket a la idea de "ligues".


Aunque utilicemos un slogan que nos es popular en España, la "cultura de esfuerzo" encuentra en estas eliminatoria de baloncesto universitario una verdadera razón de ser. Y es que la competición de la que hablamos (la NCAA) compite en popularidad en todas las encuestas con la NBA y son muchos americanos quienes tienen el deporte universitario cómo la verdadera esencia de la unión entre deporte y espectáculo en el país. De hecho, los entrenadores de estos equipos cobran auténticas millonadas y están en la cima de la escala de prestigio social. Son los responsables de liderar auténticos equipos que representan las universidades más importantes del país, es decir una de las instituciones más valoradas por el ciudadano americano.

Curiosamente los jugadores no cobran dinero y tienen prohibido recibir cualquier recompensa o regalo. Evidentemente, la mayoría de los que destaquen en este último escalón, llegarán a la NBA con contratos millonarios. Pero básicamente, el baloncesto universitario a este nivel conserva una "pureza" que lo hace digno de seguimiento. El prestigio lo es todo, y eso el aficionado lo percibe.

Aunque lo que nos gustaría transmitir es únicamente el mensaje que CIERTAMENTE ES POSIBLE ENCONTRAR UNA REALIDAD RELACIONADA EXPLÍCITAMENTE CON EL JUEGO, LAS APUESTAS Y EL PRONÓSTICO que TRASCIENDA DEL MUNDO DEL JUEGO Y SE CONVIERTA EN UN FENÓMENO SOCIAL, es evidente que el sector del juego no pasa por alto lo que ocurre en la liga universitaria de baloncesto.

De hecho, el último partido (la final) del año pasado alcanzó índices de audiencia sólo superados por la SuperBowl, y el impacto en redes sociales fue histórico. ¿El motivo? Puramente deportivo: una remontada increíble que deja en nada a lo que hizo el FC Barcelona hace un par de semanas ante el PSG. Un equipo (Northern Iowa) ganaba de 12 puntos a falta de 44 segundos... y acabó perdiendo. Apenas pudieron poner la pelota en juego durante esos segundos, mientras veían como sus rivales recuperaban la posesión y anotaban con suma facilidad.


Con esta remontada, se entiende gran parte de la magia de esta competición. Que a efectos prácticos, sólo puede compararse con la SuperBowl cómo el evento que mueve más dinero en apuestas durante el año.



En los últimos años, el playoff final con las semifinales y final de esta competición, hemos podido presenciar la retransmisión televisada del evento gracias a Canal Plus primero y posteriormente a las diferentes plataformas digitales. Ahora con una mayor oferta deportiva, especialmente tras la apuesta por GolTV por los deportes de contacto (artes marciales mixtas) o el fútbol americano universitario (este año han ofrecido las bowls de final de temporada) el march madness cuenta con un impacto más relevante y genera contenido en portales deportivos, redes sociales y televisiones nacionales. No puede competir con los grandes partidos de NBA, o con competiciones como la Euroliga o la Liga Endesa de baloncesto, pero por lo menos es factible en poder disfrutar de este fenómeno "made un USA" desde nuestras casas.