Las personas que sufren adicción al juego pueden inscribirse voluntariamente en un registro de autoprohibición que los impide acceder en las salas de juego o portales online. Hasta ahora existían un registro estatal, que impedía el acceso en el juego online, y otros autonómicos, que regulaban el acceso en las salas de la comunidad, pero éstos no estaban conectados entre ellos, con lo cual, un autoprohibido en una comunidad autónoma podía jugar en una sala de otra región o jugar en portales digitales, si no estaba inscrito en el estatal.
El Consejo de Políticas del Juego, presidido por el ministro de consumo, Alberto Garzón, aprobó desarrollar un modelo compartido de todos los registros existentes, creando una única base de datos para facilitar los trámites. Esta decisión responde a una demanda de hace años de ACENCAS, que busca proteger completamente a estas personas que desean que se les prohíba acceder a la actividad que les causa la adicción.
"Alguien que tiene problemas con el juego los tiene en cualquier territorio y en cualquier formato, no tiene sentido que si piden ayuda inscribiéndose en un registro de autoprohibición, se lo pongamos difícil y se tengan que incribir en 20 diferentes. El registro único es una buena noticia", declara Francesc Perendreu, presidente de ACENCAS.
A partir de ahora, las comunidades autónomas y el ministerio tienen hasta enero de 2021 para encontrar la fórmula adecuada para interconectar los registros. El registro estatal cuenta actualmente con cerca de 55.000 autoprohibidos.
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