Los Presupuestos Generales del Estado, en su repartición hacia el Ministerio de Consumo han arrojado una auténtica contradicción, la que enfrenta a publicidad y prevención en cuanto al sector del juego se refiere.
En el documento publicado hace escasas fechas se extrae que el órgano gubernamental contará con un incremento de su presupuesto en el año 2023. Concretamente de un
11,38% que eleva la cifra final hasta los 63,69 millones de euros, a los que también habría que añadir otros 5,75 millones de euros procedentes del Mecanismo de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
De esta cuantía hará uso, como partida principal, la financiación de proyectos de investigación para la prevención de trastornos provocados por el juego.
Esto responde al crecimiento que ha experimentado el programa de la regulación del juego durante el año 2022, de un 66,08% con respecto al curso anterior. Económicamente hablando, las actuaciones de investigación y prevención de los trastornos del juego y sus efectos han costado 1,1 millones de euros en el presente ejercicio y dispondrán de un 102% más, en 2023.
Sin embargo, el objetivo que se busca con estos repartos presupuestarios choca frontalmente el monto otorgado a SELAE para su difusión.
Según el Plan de Publicidad y Comunicación Institucional, el órgano de loterías estatales ha recibido 55 millones de euros en el año 2022 para publicitar sus juegos de azar.
Se trata de la partida más agraciada de entre todas impulsadas por el Ministerio de Hacienda, cuyo presupuesto total para publicidad asciende a 76 millones de euros.
Resulta difícil encontrar el sentido a que, mientras es más que evidente la persecución a la promoción del juego privado por parte del Ministerio de Consumo, los productos de SELAE, promovidos por el Ministerio de Hacienda, reciban unas inyecciones económicas tan cuantiosas para su publicidad.
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