El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha respaldado el despido disciplinario de un crupier que se ausentó de su puesto de trabajo para ejercer la misma labor en un casino rival.
La sentencia confirma que el empleado no se presentó a trabajar desde el 5 de febrero de 2022, ocultando su verdadero motivo, que era trabajar en otro casino con horarios coincidentes.
A pesar de alegar problemas de conciliación familiar debido a su situación de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), la realidad era que estaba desempeñando su labor en otra empresa del mismo sector y en el mismo horario. El TSJM respalda la decisión de la empresa de despedir disciplinariamente al crupier, concordando con la sentencia previa del Juzgado de lo Social número 15 de Madrid que también falló en la misma línea.
Sin embargo, el TSJM ajusta la fecha para calcular la antigüedad del empleado. La demanda revela que el crupier, que ganaba 2.409,38 euros mensuales, fue incluido en un ERTE debido a la pandemia de la COVID-19. A pesar de su reintegración en febrero de 2022, se negó a regresar alegando falta de información sobre las condiciones laborales.
El cruce de correos electrónicos con la empresa continuó, y finalmente, la compañía le comunicó el despido disciplinario el 16 de febrero de 2022, argumentando "transgresión de la buena fe, desobediencia, faltas de asistencia y competencia desleal".
La sentencia destaca que el verdadero motivo de las ausencias no fue revelado a la empresa y que "las ausencias a su trabajo no estaban así justificadas y esto es ya suficiente para declarar la procedencia del despido, prescindiendo incluso de la 'desobediencia' y la 'transgresión de la buena fe contractual' imputadas en la carta de despido", concluye el TSJM.
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