"Hay capacidades, que tienen los discapacitados, que hay mucha gente que tenemos en plantilla incapaces de hacerlo ni un 50% igual. Tenemos que buscar, que no sea una obligación, sino una alternativa más al mercado laboral" aseguraba de manera inicial.
Muchas empresas ya han puesto en práctica estos procesos y los resultados no pueden ser mejores, "el problema es que el empresario no es capaz de ver más allá. Es algo en lo que creo que estamos atrasados en España.
Las empresas que lo han hecho aún no lo saben, pero las que sí, notan un efecto en los empleados. Si sabes incorporar en tú equipo a una persona así. Además de hacer el trabajo igual o mejor que otro, ofrece un efecto motivador a todo el equipo que suma mucho más que el propio trabajo que realiza".
Pepe Vall lo tiene claro, no hay que agarrarse a los porcentajes como una obligación, si no examinar a fondo las capacidades de cada aspirante y las necesidades de la empresa, "no es que de 50 personas se contrate a uno, se trata de que se contrate al mejor, independientemente del número y muchas veces el mejor, son personas que tienen una discapacidad, pero que realmente valoran mucho más el empleo que otros.
Quiero animar a las empresas del sector a que ignoren el porcentaje obligatorio, porque no se trata de cumplir ese porcentaje, se trata de encontrar a la persona con mejores capacidades. Y dentro de los discapacitados, hay gente así, es un hecho".
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