El Informe sobre el Juego en la Comunidad de Madrid 2023, patrocinado por las destacadas asociaciones empresariales AEJOMA, AMADER y ASEJU, integradas en CEIM, ha sido presentado al consejero de Interior, Medio Ambiente y Agricultura, y al Director General de Suelo en una reunión celebrada el pasado 14 de julio. Este documento subraya el excelente trabajo de estas asociaciones en el análisis y gestión de las tendencias y desafíos del sector del juego en la región.
PUNTOS CLAVES del Quinto Informe sobre el Juego en la Comunidad de Madrid 2023:
I. El juego en la economía de la Comunidad de Madrid
El juego representa el 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad de Madrid. De este porcentaje, el 0,22% corresponde a los juegos de suerte o ilusión gestionados por empresas públicas como Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) y la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). El 0,26% restante corresponde al juego de entretenimiento gestionado por empresas privadas.
El juego de entretenimiento, a cargo de empresas privadas, generó 132,2 millones de euros en impuestos especiales sobre el juego, 35 millones de euros en impuestos generales sobre las empresas (Impuesto de Sociedades, Impuesto de Actividades Económicas, Impuesto sobre el Valor Añadido) y 81,8 millones de euros en cotizaciones a la Seguridad Social. Es decir, el 35,4% de los ingresos de las empresas de juego de entretenimiento se destinó al pago de impuestos y cotizaciones.
Además, el juego de entretenimiento dio empleo directo a 7.254 personas, principalmente en puestos de atención al cliente, gerencia y diseño/fabricación de equipos. Indirectamente, sostuvo 4.035 empleos en el sector de la hostelería, a través del rendimiento de las máquinas recreativas instaladas en los bares. En total, el sector del juego generó 17.139 empleos directos e indirectos en la Comunidad de Madrid.
II. Juego real en loterías y juego de entretenimiento
En 2023, el juego real (diferencia entre las cantidades jugadas y los premios) ascendió a 1.296 millones de euros, recuperando niveles previos a la pandemia. De esta cifra, 593,4 millones de euros correspondieron a los juegos de suerte o ilusión (loterías, quinielas, cupones de la ONCE, etc.) y 702,6 millones de euros al juego de entretenimiento (casinos, bingos, salones, apuestas y máquinas recreativas en hostelería).
Mientras que los juegos de suerte gestionados por empresas públicas como SELAE y ONCE casi han recuperado los niveles de 2019, el juego de entretenimiento a cargo de empresas privadas está ligeramente por debajo, afectado por el cierre de locales, principalmente salones y locales específicos de apuestas, así como por la reducción del número de máquinas recreativas instaladas en la hostelería.
III. Situación financiera de las empresas privadas
Tras el impacto de la COVID-19, las empresas privadas del sector han retornado a una situación financiera normalizada, aunque algunos subsectores, como salones y locales de apuestas, han sufrido más las consecuencias de la pandemia y los cambios que ha inducido. Según datos de la CREA Sociedad de Garantía Recíproca, a partir del Registro Mercantil Central, la mayoría de las empresas han logrado recuperar su situación financiera.
IV. Impuestos sobre el juego
Los impuestos especiales sobre el juego de entretenimiento, gestionado por empresas privadas, ascendieron a 132,2 millones de euros en 2023. De esta cifra, 46,7 millones de euros correspondieron a impuestos sobre máquinas recreativas en hostelería, 26,7 millones a impuestos sobre bingos, 15,8 millones a impuestos sobre casinos y 12,4 millones a impuestos sobre apuestas.
Además de estos impuestos especiales, las empresas de juego de entretenimiento pagaron 35 millones de euros en impuestos generales (Impuesto de Sociedades, Impuesto de Actividades Económicas, IVA, etc.) y 81,8 millones de euros en cotizaciones a la Seguridad Social. En total, el 35,4% de los ingresos de las empresas de juego de entretenimiento se destinó al pago de impuestos y cotizaciones.
V. Empleo en el sector
El juego de entretenimiento daba empleo directo a 7.254 personas en 2023, principalmente en puestos de atención al cliente (4.420 empleos), gerencia (830 empleos) y diseño/fabricación de equipos (650 empleos). Además, sostenía 4.035 empleos indirectos en el sector de la hostelería, a través del rendimiento de las máquinas recreativas instaladas en los bares.
En total, el sector del juego generaba 17.139 puestos de trabajo directos e indirectos en la Comunidad de Madrid. Cabe destacar que el empleo en el sector presenta una elevada tasa de feminización, muy superior a la de las plantillas de SELAE y ONCE.
VI. Inspección y control
Durante 2023 se realizaron 27.232 inspecciones en establecimientos de juego, a cargo de los servicios de Gestión y Ordenación del Juego de la Comunidad de Madrid (17.919 inspecciones) y de la Policía Nacional (9.313 inspecciones). Entre enero y mayo de 2024 se habían realizado más de 15.000 inspecciones.
Estas inspecciones han demostrado la eficacia de los controles de acceso automáticos implantados en los salones de juego desde 2019, que exigen la presentación del DNI para impedir el acceso de menores y personas autoprohibidas. En años anteriores, las inspecciones habían detectado un bajo porcentaje de incidencias negativas por presencia de menores.
Además, la Comunidad de Madrid realiza controles metrológicos periódicos sobre las máquinas de juego, a través de una entidad autorizada, para garantizar que el porcentaje de devolución en premios se ajusta a la normativa.
VII. Responsabilidad social corporativa
El sector del juego participa en un proyecto de prevención del abuso de nuevas tecnologías y mal uso del tiempo libre, desarrollado en colaboración con la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), la Asociación Madrileña de Empresas Privadas de Enseñanza (CECE-Madrid) y la Plataforma para el Juego Sostenible.
Esta iniciativa, denominada Proyecto FES, busca llegar a más de 80.000 alumnos de los centros educativos que agrupa CECE-Madrid en la Comunidad de Madrid. Las actividades van más allá de las aulas, buscando también involucrar a las familias a través de las AMPAS y otras asociaciones.
El objetivo es incidir en los entornos informales donde los adolescentes se desenvuelven, para prevenir el abuso de las nuevas tecnologías y el mal uso del tiempo libre, problemas que preocupan a la comunidad educativa, las familias y la sociedad en general.
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