El primer casino de juego de Santiago se acerca a su apertura, prevista para el último trimestre del año, aunque sin una fecha exacta. Las obras de remodelación del local, ubicado en el antiguo supermercado, avanzan a buen ritmo.
La empresa coruñesa Comar, encargada del proyecto, obtuvo los permisos necesarios de la Xunta y del Concello a finales de junio, lo que ha permitido que los trabajos se desarrollen sin contratiempos.
Durante el verano, se completaron las labores de acondicionamiento básico, y en los últimos días, los transeúntes de la avenida de Vilagarcía han podido notar avances significativos, como la finalización de la fachada y el rótulo del casino. En el interior, ya se han instalado moquetas y decoraciones lumínicas, mientras que la llegada de mobiliario ha sido constante esta semana. Una vez que todo esté listo, el establecimiento deberá pasar por revisiones administrativas y de seguridad para asegurarse de que cumple con los requisitos establecidos.
Los promotores del casino, que también gestionan el Casino del Atlántico en A Coruña, están en proceso de seleccionar a los profesionales que formarán parte del equipo, incluyendo camareros, personal de seguridad y caja. Sin embargo, uno de los roles más cruciales es el de los crupieres, quienes son responsables de operar las mesas de juego. En este sentido, se están tomando medidas para combinar la experiencia con nuevas incorporaciones, siguiendo una práctica común en aperturas de este tipo.
En España, no existe una formación oficial para convertirse en crupier, pero las escuelas especializadas ofrecen cursos que varían entre 12 y 20 semanas. Los aspirantes deben poseer habilidades de comunicación, destreza manual y mental, además de disponibilidad para trabajar en horarios nocturnos, festivos y fines de semana.
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