El defensa del Sevilla FC, Kike Salas, está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Morón de la Frontera después de que la Policía Nacional hallara en su teléfono móvil mensajes que evidencian un presunto plan para provocar tarjetas amarillas y así obtener ganancias en apuestas clandestinas realizadas por amigos y allegados
Cómo funcionaba el presunto entramado:
Cinco partidos bajo sospecha (temp. 2023/2024): los informes de Cenpida documentan que el jugador avisaba con antelación de sus intenciones y cumplía el patrón en el terreno de juego.
Cuentas falsas y transferencias cruzadas: Salas movía fondos a terceros que apostaban al mercado “jugador amonestado”, llegando a embolsarse >9.000 € en total; en un solo encuentro el beneficio superó los 1.300 €.
Temporalidad milimetrada: las apuestas se registraban segundos después de mantener una llamada con el futbolista, fortaleciendo la hipótesis de coordinación.
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