La compañía apuesta por la sostenibilidad global financiando cada año el 100 % de su huella de carbono medida
La empresa de juego responsable Paf ha reafirmado su compromiso medioambiental mediante una nueva inversión en financiación climática, esta vez destinada a un proyecto hidroeléctrico en el distrito de Monzón, en Perú. El objetivo: compensar la totalidad del impacto climático de su actividad empresarial durante 2024.
El proyecto, que cuenta con una capacidad instalada de 20,58 MW y está ubicado a orillas del río Aucantagua, forma parte de la plataforma de compensación de carbono de la ONU, lo que garantiza su certificación y validez como iniciativa de reducción de emisiones.
“Confiamos en que los proyectos incluidos en la plataforma de la ONU están correctamente seleccionados. Aunque la financiación climática no es obligatoria para cumplir con las directrices de la Science Based Targets initiative (SBTi), sí es una recomendación firme para que las empresas con recursos contribuyan de forma más amplia al trabajo medioambiental”, explica Ludvig Winberg, director de Comunicación Corporativa de Paf.
Desde 2017, Paf financia anualmente proyectos climáticos con el fin de compensar las emisiones que aún no ha logrado reducir directamente. En la actualidad, la compañía mide más del 95 % de sus emisiones, tanto directas como indirectas, alineándose plenamente con los criterios de la SBTi, que ha validado su objetivo de alcanzar emisiones netas cero en 2040.
“Pero no nos quedamos ahí. Desde 2017 elegimos financiar climáticamente todo nuestro impacto medido cada año”, afirma Daniela Johansson, directora de Responsabilidad y subdirectora general de Paf.
La financiación climática, también conocida como compensación de carbono, permite a las empresas apoyar proyectos que reducen o capturan gases de efecto invernadero en distintas partes del mundo. En el caso de Paf, esto ha incluido iniciativas de energía renovable, eficiencia energética y reforestación en países en desarrollo y también en regiones como Islandia, donde se emplea tecnología para la captura directa de CO? del aire.
“Paf es una empresa sólida y con recursos, y creemos que tenemos la responsabilidad de apoyar la transición que el mundo necesita”, concluye Winberg.
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