Seis jugadores de baloncesto han sido sancionados tras una investigación sobre amaño de partidos y violaciones del reglamento en la extinta British Basketball League (BBL), según ha informado la Comisión del Juego del Reino Unido.
Las pesquisas fueron lideradas por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) y la Federación Británica de Baloncesto (BBF), con el respaldo de la Unidad de Inteligencia sobre Apuestas Deportivas (SBIU) de la Gambling Commission y el sector británico de apuestas.
Cinco exjugadores de los Surrey Scorchers han recibido multas y sanciones que van desde suspensiones de diez años hasta la expulsión de por vida por manipular el resultado de partidos y no informar sobre actividades corruptas durante la temporada 2022–2023.
Los jugadores Quincy Taylor y Charleston Dobbs fueron sancionados con la inhabilitación de por vida y multas económicas por parte de la BBF, sanción que FIBA ha extendido a nivel internacional. Otros tres jugadores —Shakem Johnston, Padiet Wang y Joshua McFolley— también han sido suspendidos por FIBA, con castigos de por vida o a largo plazo.
Además, el exjugador Dean Wanliss fue sancionado con una suspensión de tres años y una multa por haber apostado en partidos de baloncesto entre 2019 y 2021. Esta investigación fue llevada a cabo por la BBF junto a FIBA, la Federación Española de Baloncesto (FEB), el sector británico de apuestas y la Unidad de Supervisión del Comité Olímpico Internacional.
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