Ayer fue un día marcado por la tristeza y el recuerdo. Asistimos a la misa funeral de Santiago Vadillo Terán en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en Pozuelo de Alarcón.
La tarde de octubre transcurría en calma, pero dentro del templo se percibía con claridad el vacío que deja su ausencia y, al mismo tiempo, la calidez de una industria reunida como una gran familia para rendirle homenaje.
Reconfortaba ver tantos rostros conocidos, reunidos en su memoria: su cuñado, Josebe García; Mónica Palomares y Javier Gutiérrez; Manuel Fernández de FEMARA; el secretario general de AMADER; Alfonso García de ACRISMATIC; Carlos Liébana, presidente de Asmarem; la familia de Antonio Durán; Jesús Fuentes; Manuel Álvarez de INTERBLOCK… La lista es larga, y cada presencia era un testimonio del aprecio que Santiago supo ganarse.
La ceremonia fue emotiva, y quizá el momento más significativo fueron las palabras del párroco, que nos invitaron a reflexionar: “Tengamos presente que la vida es un regalo.”
Quienes tuvimos el privilegio de conocer a Santiago Vadillo nos quedamos con el agradecimiento por su generosidad y afabilidad. Fue una tarde triste y también una muestra del respeto y el cariño que nos unen como sector. Desde aquí, enviamos un fuerte abrazo a su familia y a toda la industria.
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