La situación jurídica de los esports es un tema recurrente tanto en medios de comunicación especializados cómo -cada vez más- en los generalistas. Y es que el boom que están viviendo los deportes electrónicos invita a que el Estado regule el sector o por lo menos lo ubique en un marco legal ya existente.
El debate se centra en saber cómo afectaría una intervención en forma de regulación específica al desarrollo de esta actividad. En
eldiario.es hemos leído un interesante artículo que explora el status legal de los eSports, en un contexto en el que parece claro que la “era de la alegalidad” está tocando a su fin.
En el artículo cita a
Sergio Mesonero -coautor del informe "
Guia legal sobre esports"- como una de las voces que defiende que una regulación específica para esta actividad no es necesaria. Defiende su postura afirmando que no existen precedentes de regulaciones exclusivas para el sector, siendo Francia el único país en Europa que ha decidido añadir algunos artículos concretos sobre deportes electrónicos (principalmente relativos a la comunicación y publicidad de los mismos) en la Ley Digital que regula los aspectos generales de todo lo relacionado con Internet.
Sin embargo, algunos expertos consideran que una regulación especifica podría ser algo muy positivo para el reconocimiento de los
esports como deporte; algo que como sucediera con el poker, se sigue considerando parte fundamental para evitar un estancamiento en su evolución. Evidentemente, una legislación propia haría seguramente que se desarrollara una normativa relativa a las forma de comunicar esta actividad, cosa que podría afectar a las cada vez más populares emisiones de eventos en televisión y en streaming. Además, también sería lógico que una Ley propia provocara cambios radicales en la fórmula jurídica que tanto empresas cómo equipos profesionales tienen hoy en día, entrando en escena federaciones y sociedades anónimas deportivas cómo ocurre con otros deportes profesionales.
Otro debate paralelo a este tema es el de si el sector de los eSports está viviendo una burbuja. Es decir, si el auge de los deportes electrónicos se sustenta -o no- en una realidad firme, o bien se trata de una moda pasajera a la que se han apuntado empresas de todo tipo. La realidad es que en caso de una regulación específica sería más fácil que se puedan poner barreras a su crecimiento cómo por ejemplo el control de acceso a contenidos para los menores de edad.
También es interesante el papel que juegan en el sector, los "publisher" (las compañías que desarrollan los videojuegos), que no dejan de ser los verdaderos protagonistas del sector ya que poseen gran parte de los derechos de sus productos en eventos y distribución. Y es que una regulación podría suponer un cambio -marcado por los gobiernos- en la naturaleza de los juegos, por ejemplo sustituyendo videojuegos de acción por otras temáticas, algo que no sabemos si la industria podría asumir de forma inmediata.
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