La afamada familia de negocios acapara una respetable cantidad de actividades repartidas geográficamente en Sudamérica y Polonia, amén de en la península ibérica. 350 millones de euros de fondos propios que estaban repartidos en diferentes sociedades que actualmente se encuentran en proceso de cambio, con la eficiencia de trasfondo según confirman fuentes cercanas.
Proceso que también afecta a los 3 casinos que posee en territorio catalán tanto como a los que regenta en Argentina. Los cambios, ocurridos tras la reciente y luctuosa noticia del fallecimiento de doña Carmen Mateu (con cuya familia nos solidarizamos y mandamos condolencias, ni que decir tiene), afectan a sus múltiples actividades, incluida la del juego. Los Casinos que tiene en Argentina y Cataluña quedarán repartidos entre dos de las sociedades más insignes de la compañía, Invergaming Group e Inverama.
Su negocio vitivinícola se verá regentado a partir de ahora por la recién constituida sociedad Suqué Mateu Family Estates SL, también ubicada en su sede de la calle Pere II de Montcada número 1 de Barcelona y dotada inicialmente con un capital de 7,77 millones. Entre su diversidad empresarial también destacan la comercializadora de moluscos Cultius Marins del Delta de l’Ebre; el hotel Termes Victoria de la Garriga (Barcelona), el Club de Golf Peralada, o fábricas de fibra de polipropileno Poligal Global Service. Lo más importante de todo, su capital humano: 1.200 trabajadores que generaron unos beneficios netos de 25,6 millones de euros en el ejercicio 2016 a los Suqué Mateu.
Saneadas es escaso calificativo para unas cuentas cuyo pasivo financiero apenas alcanza 17 millones de euros de deudas a bancos, frente a los pingües 330 millones que les reportan sus inversiones financieras. No cabe duda que saben de negocios. No sólo de Casinos.
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