Mediante una labor disuasoria de nuestros asociados y fundamentalmente de sus empleados, se ha podido conseguir que aquellos clientes habituales de nuestros salones de juego, cuando quieran fumar, salgan a la calle en la acera del salón y tras fumar el cigarrillo, vuelvan otra vez a entrar en el local, con lo que evitamos el consumo de tabaco constante como antes sucedía, incluso cuando estaba permitido antes de la ley antitabaco.
Tanto la Asociación como los asociados, congratulándonos de los objetivos conseguidos, seguimos en la brecha hasta la total erradicación.
LA PRESIDENCIA