Fernando Prats: “Es un error pensar que la solución a una modalidad de juego viene por una bajada de la tributación; sí es verdad que la subida de tributación puede llegar a asfixiar a un sector”

Fernando Prats comenzó su intervención destacando las tres variables independientes que enmarcan la situación del bingo. La primera y la más importante, para Prats, es la tipología del juego. Explicó que históricamente el bingo ha tenido una mayor aceptación entre gente mayor. “Entre la gente joven no contaba con tanta aceptación como otra tipología de juegos”.

La segunda variable son las ventas. Prats dijo que representan la cuantificación de la aceptación social. “Si la gente juega más, será porque les gusta el juego y si juega menos, será que le gusta menos”.

En cuanto a la tercera variante independiente, la tributación, Prats aseguró que no salva a un juego. “Es un error pensar que la solución a una modalidad de juego viene por una bajada de la tributación. La bajada le dará aire al empresario, un mayor margen en sus ganancias y le permitirá subsistir, pero no salva al juego. Al revés, sí es verdad que la subida de tributación puede llegar a asfixiar a un sector y por tanto es obligación de los reguladores saber cuándo la tributación es excesiva y por lo tanto conviene abrir la mano, bajar la tributación, para evitar la asfixia de la propia empresa”.

Una vez explicadas las variables, Fernando Prats hizo un repaso a las acciones llevadas a cabo por el regulador en la Comunidad de Madrid y explicó la situación del Bingo en la región.

“Precisamente porque no atraía a los jóvenes, los reguladores hemos hecho esfuerzos para dar modalidades de Bingo que resulten en una mayor aceptación. Primero creamos las máquinas B3, luego aprobamos el bingo electrónico. También pensamos en su momento que la tributación era muy alta, primero la cambiamos a win y luego la hemos bajado”. En este punto, Prats considera que los esfuerzos por dar otras modalidades de juego no es una misión de los reguladores, “nosotros tendremos que darles a ustedes el marco para que puedan ofrecer el producto que crean que es mejor, pero son ustedes los que tienen que inventar nuevos juegos y hacer las modificaciones que deban hacerse para que esto atraiga a otro público”.

En cuanto a las ventas, Prats afirmó que la tendencia ha sido decreciente desde hace ya muchos años. Explicó que la crisis lo ha agravado, pero la mala situación viene de antes. Y en cuanto a la tributación, recordó que la han ido bajando.

Prats resumió así la situación del sector, y finalizó diciendo: “La conclusión de todo es que se han venido cerrando salas tanto en Madrid como en el resto de España.”

Llegados a este punto, Prats formuló LA PREGUNTA: “¿Cuál es la última solución?” A la que respondió: “El bingo dinámico”.

El regulador madrileño explicó que “el bingo dinámico es una modalidad del bingo electrónico que permite jugar en papel y en pantalla a preferencia de los jugadores, que tiene una tributación sensiblemente más baja (estamos en el 20% sobre win) y la gran apuesta era ver cómo reaccionaba el público. Porque si al público mayoritariamente de bingo tradicional no le hubiera gustado el dinámico, hubiéramos tenido un problema grave. Afortunadamente parece que le ha gustado”.

El bingo dinámico se puso en marcha en mayo de 2017 y ya se han unido prácticamente todas las salas de Madrid. En cuanto a los datos sobre su evolución en la Comunidad, Prats destacó que pese a un bache que sufrió en el segundo trimestre de 2017 (cuando entró en vigor) con una caída de un 15%, los datos han ido en aumento. De hecho, el bingo dinámico en Madrid aumentó un 9% sus ventas en el segundo trimestre de 2018, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Datos con los que Prats concluye que “el primer objetivo está conseguido: la aceptación del cliente”.

Prats realizó un pequeño paréntesis para explicar que el bingo electrónico ha tenido un crecimiento importante en la Comunidad de Madrid desde que se puso, pero que, sin embargo, en términos absolutos supone solo el 10% del bingo total. “Es decir, el tronco importante en Madrid, es el bingo tradicional, el 90%. 400 millones de euros de venta de cartones frente a unos 30 ó 40 que es el bingo electrónico. A pesar del crecimiento del eléctronico el bingo se sustenta gracias al tradicional.” Por este motivo, Prats asegura que el dinámico ha sido tan importante, “porque ha sustituido al tradicional”.