Luis Miguel González Gago, director general de Ordenación del Territorio y Administración Local, reflexiona sobre las palabras de la ministra destacando la necesaria distinción entre una "Ley de armonización" y el uso coloquial de la palabra "armonización" para justificar cualquier tipo de medida. Para
González Gago, el tema es interesante pero en caso de hablar de una Ley de Armonización, "sería muy complejo jurídicamente".
Opción #1: si se quiere una Ley de Armonización real, tendrá que aprobarse a través de Ley Orgánica
González Gago nos explica que "técnicamente hablando, un proceso efectivo de armonización en forma de Ley, sólo puede llevarse a cabo mediante Ley Organica. Una experiencia de la que se tiene únicamente un caso práctico y que se remonta a principios de los años 80, con la
Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA)... Si la ministra está hablando de hacer algo similar a aquello, la fórmula de Real Decreto no sería posible ya que estaríamos hablando de la necesidad de un rango de ley orgánica; y eso requiere de mayorías muy cualificadas". "Esa ley a la que me refiero costó muchisimo sacar adelante y en este caso pasaría lo mismo".
Opción #2: si hablamos coloquialmente de "armonización"
En el primer caso desarrollado por
González Gago, parece que una "ley de armonización" de facto sería una fórmula muy compleja. Sin embargo, si la Ministra hablaba de "armonización" como sinónimo de "intentar llegar a un acuerdo" o "debatir entre las CCAA y Estado",
González Gago vería el objetivo más cerca:
"Si estamos hablando coloquialmente, jurídicamente no se tratará de una armonización constitucionalmente hablando. En este caso el objetivo me parece bueno, plausible. Sería básicamente buscar una homogeneización sobre esta materia en toda España. Yo creo que en este caso, buscar un punto de encuentro o buscar puntos comunes entre las CCAA es la clave. Incluso en el contexto del propio
Consejo de Políticas de Juego ya tenemos un caso que puede servir de ejemplo. Fue cuando se decidió eliminar una de las dos autotorizaciones que necesitaban los sectores empresariales para abrir un negocio (los casinos necesitaban dos autorizaciones: una de petición de obra y luego una nueva de apertura). En el
Consejo de Políticas de Juego tratamos este tema y aunque no nos pusimos plazo, de manera natural tratamos de armonizar nuestras respectivas legislaciones y finalmente eliminamos una de las dos autorizaciones".
"Así que si la ministra se refiere a armonizar en ese sentido, creo que existen fórmulas para que se pueda llevar a cabo de forma adecuada y nosotros estamos conformes con que se pueda debatir".
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