ENTREVISTA EXCLUSIVA
con
MANUEL FERNÁNDEZ

- Cuéntenos sobre COCAVEN. Los comienzos y su trayectoria última

-Mi padre inicia actividad en el año 68 y empieza reparando máquinas de terceros. Al poco tiempo, pudo adquirir la explotación de uno de ellos entrando en el negocio. Esta fue su primera gran aventura empresarial. Evidentemente a pesar de los esfuerzos, supuso una gran oportunidad como también lo fue luego para mí…

Después, en 1978 se legaliza el sector y aparecen las máquinas B, la regulación de los bingos... Yo era un niño no me daba cuenta de todo lo que eso suponía, pero era notorio que el sector y el proyecto empresarial de mi padre se habían consolidado Con 20 años empiezo a trabajar con mi padre en el verano.

En ese momento, mi padre, Manuel Fernández Fernández, contaba en la empresa con 400 máquinas, era operador y decide venderla. Se había implicado mucho y habían sido muchos años de gran esfuerzo, incluso a nivel asociativo porque él participó en la fundación de FEMARA.

Como decía, en esa época yo empiezo a trabajar con los veranos con él, para ganar algo de dinero y a partir de mis primeras experiencias laborales decido dar por acabada mi etapa de estudiante y cuando mi padre concreta la venta de la empresa, se toma un año sabático y acto seguido ya empezamos con el proyecto de crear una distribuidora. Empieza con las máquinas de Recreativos Franco...

Ya teníamos una empresa que arrancamos y donde yo ya estoy implicado y soy parte activa, además con un claro sentido de continuidad… Él nunca me regaló nada y tuvimos que trabajar mucho... Mi padre era una persona espléndida con todo el mundo, pero muy austero para él y ésta fue la gran oportunidad que me dio: la oportunidad de trabajar.

En aquella época la empresa no tenía nada que ver con lo que somos hoy. COCAVEN es ahora la matriz de un grupo formado por varias empresas. En origen sólo era distribuidora. En el año 1994 empezamos a ser operadores en hostelería a pesar de que mi padre no tenía intención de sumarse ni interés en volver.


El salto a ser operadores fue complicado. Lo pasamos mal en el inicio de los años 90 con el Rosonazo y tras 3 años de actividad estuvimos a punto de desaparecer. La distribución en la Comunidad Canaria sufrió mucho porque no se generaban ventas por culpa de ese cambio legislativo. Los operadores seguían recaudando, aunque tenían que solucionar problemas con Hacienda pero la distribución se vio afectada… Superamos esa crisis…y fue entonces, a partir del 94 cuando empezamos como operadora con una sola máquina.

Años más tarde, entramos en el sector de bingo, aunque fue por un periodo corto, durante 5 años. En el 2008 compramos un bingo histórico, el Arucas, lo reflotamos, pero en 2011 con la ley del tabaco se complicó todo sobremanera y en 2013 lo vendimos a otro grupo empresarial canario que le ha dado continuidad hasta hoy.

A partir de ahí, en el 2006 dimos el salto a salones de juego y hemos ido creciendo en esa vertiente. Aunque mi faceta como presidente de FEMARA parece que me sitúa en hostelería, tengo que dejar claro que FEMARA no defiende solo los intereses de hostelería sino todo el sector. De hecho, debo insistir en algo que salta a la vista: las empresas que componen FEMARA están relacionadas con todos los subsectores y no sólo con Hostelería.

Queda demostrado que defendemos el sector entero, pero evidentemente también el subsector de hostelería porque es uno de nuestros principales focos de negocio…





-¿Cómo ha sido el trabajo en los últimos años con la administración canaria?

-Lo primero de todo es agradecer el esfuerzo que ha hecho el gobierno canario a final de año. En la ley de presupuestos se modificó la Ley de Juego y lo que antes solo se podía conseguir por autorización administrativa de salones de juego y de apuestas, ahora puede hacerse mediante declaración responsable. Esto ha dado mucha flexibilidad porque antes pasaban hasta 16 meses para hacer una apertura.

Ahora, con la DECLARACION RESPONSABLE, el operador confirma que la documentación es veraz, que se cumple con la normativa y podemos ponernos en funcionamiento mucho más rápido, evidentemente la Administración tiene que revisar todo. Pero nosotros somos un sector maduro y responsable y nadie se la va a jugar. Necesitábamos una herramienta para agilizar las aperturas y es un gran éxito. Ahora la tenemos.

Además, con la llegada de los títulos habilitantes, las autorizaciones preexistentes y las próximas que se obtengan ahora como Declaración Responsable contarán con vigencia de carácter indefinido. El problema de renovar cada 10 años ya desaparece y eso es bueno.

Desgraciadamente esta situación no pasa en todas las comunidades y es una lástima porque es un derecho que tenemos. La declaración responsable se da en muchos otros sectores. Y en el objetivo de buscar agilidad creo que es muy importante que se haya adaptado a la realidad del juego.

También agradecemos la predisposición que esta Administración tiene para intentar mejorar cosas. Como suele pasar, no es todo lo ágil que desearía el sector, pero hay una enorme voluntad. Ahora incluso con un el nuevo Viceconsejero que viene del sector privado. Esto ayuda mucho a que nos entiendan.




-¿En Canarias también se vive este clima tan enrarecido que se ha despertado en Madrid?

-En Canarias no estamos teniendo los problemas sobre la alarma social que creo que ha sido generada, no es algo natural y tiene que ver con las elecciones y la lucha por los votos. No creo que exista una alarma real. En Canarias no ha habido este problema. Es cierto que en la Laguna hubo 3 pintadas en salones, pero nada más. Esa misma mañana se limpiaron las fachadas y se acabó el asunto. Es un tema de vandalismo…

Lo que vemos también es que no sólo son los medios generalistas, sino que medios sectoriales publican esta información morbosa, y ésta llega a la administración, y eso es malo. Son temas morbosos que tergiversan la realidad, señalando un problema que no es tal y nos hace parecer lo que no somos, es volver a muchas décadas atrás… ya no estamos en la época cine negro…



-¿Esta alarma social, aunque sea infundada, requiere de un nuevo enfoque desde el sector?

-Ciertamente estamos en una situación complicada. Creo que esta alarma social no va a cambiar muchas cosas porque ya somos desde hace muchos años un sector muy profesional. Quizás nos ha faltado algo de comunicación. Pero reaccionar ahora creo que ya es tarde. La Responsabilidad Social Corporativa y el Juego Responsable son ya prioridad desde hace tiempo. Ahora se necesita mejorar la comunicación.




-¿Cómo valora el Borrador que se pretende poner en marcha en la Comunidad de Madrid?

-No nos gusta y es un ejemplo de lo negativo que tiene no actuar en su debido tiempo. Ahora han salido con el peor de los escenarios posible: 100 metros de distancia no es un problema… Ahora lo podemos ver con la Modificación de la Ley en Canarias. Nosotros tenemos un decreto de distancia desde 2006. Desde esa fecha hay distancias mínimas de 300 metros y además los ayuntamientos podían poner más distancia si quieren. El único que lo ha hecho es La Palmas de Gran Canaria, cuyo ayuntamiento la ha fijado en 500 metros. Así que lo tenemos desde hace mucho tiempo, y yo personalmente he entrado en el sector de salones hace poco relativamente… y ahí estoy, haciendo aperturas.

Lo que sí es un verdadero problema es un control de admisión físico como se pretende. Y máxime ahora que se puede aplicar tecnología para estos controles y hacerlos de forma efectiva.


Además, echo de menos las distancias entre locales de juego. Nosotros estamos en expansión, pero no veo esto como una forma de limitarme. Se trata más bien de no crear concentración y que ésta se traduzca en alarma social.

Creo que no hemos sido capaces de ponernos orden nosotros mismos por eso creo que la planificación es una herramienta muy interesante.

Respecto a Madrid, creo evidente que se ha regulado a base de titulares de prensa. Ahora no les ha quedado más remedio por culpa de esa alarma social. Así, por ejemplo, no entiendo que se ponga el grito en el cielo porque en la calle Bravo Murillo que es larguísima haya 11 salones. Esto no debería ser un problema. Quizás no habríamos llegado a esta regulación si lo hubiéramos visto venir.

¿Y a quién favorece todo este jaleo? Pues creo que la campaña de desprestigio tiene solo un beneficiario, que es al sector público. En este caso, en Madrid, no ha quedado más remedio que legislar de esta forma al no haberlo hecho antes.

Pero lo que he comentado: esto lo tendríamos que haber anticipado y dar otras alternativas, adelantarnos a que se llegue a un momento en el que nos impongan lo qué debemos hacer. Y esto lo hemos comentado muchas veces. No solo yo, Miguel García Campos también lo hizo. Creo que esta ley ha ido muy lejos… También con el tema de la prohibición de transferir los salones de juego… hay temas que no entiendo. No sé qué es lo que ha visto la administración para controlar este segundo tema de la transferencia de los salones de juego… Se ajustará a derecho, seguramente, pero no le veo sentido ni finalidad.




-¿Cómo se conjuga entonces las políticas liberales con la actividad de la industria del juego?

-En mi opinión el libre mercado en el sector del juego no beneficia al sector en absoluto: los precios están tasados, hay muchos impuestos, los productos son los mismos… si dejas el sector al libre mercado total, pueden darse hechos como la masificación y concentración y llegaremos a lo que se ha llegado: a la alarma social.

Insisto en el ejemplo de la modificación de la ley del juego de Canarias: incluso ahora se deja muy claro qué centros de Educación están afectados por la normativa de las distancias. Antes estaban todos los centros docentes en la lista (incluyendo guarderías y centros infantiles, lo que es un sinsentido). Pero ahora se ha regulado mejor y se ha concretado en la Ley que cuando hablamos de centros educativos se refiere únicamente donde potencialmente haya estudiantes de 12 a 17 años…Es decir, centros de secundaria y centros de primaria donde se imparte ciclo superior de primaria, los cursos de 5 y 6.

Regular así es algo que se hace por sentido común y creo que ya lo debería hacer el empresariado.

Si se nos deja la puerta abierta, el 99% no va a colocar un salón al lado de un colegio, pero un 1% lo intentará… Siempre hay un 1% que lo puede hacer: por eso creo que es bueno que se establezcan las limitaciones. Porque ese 1% aún sin saltarse normas, puede hacer cosas que no convienen al sector. Así que a veces conviene una regulación clara al respecto.




FIN DE LA PRIMERA PARTE