El 29 de octubre, San Sebastián recibió a los asistentes de la Jornada Técnica sobre la Responsabilidad Social de los Salones de Juego de Euskadi, organizada por la Asociación de Salones recreativos y de juego de Euskadi (A.S.E) en el Hotel Monte Igeldo de Donostia.
Este evento contó con ponencias de máxima vigencia e interés tanto para el sector, como para la opinión pública; entre ellas, destaca un novedoso Plan de Verificación de edad en los salones de juego, puesto en marcha por Gabino Stergides, quien es el expresidente de BACTA, la Asociación de Salones de Juego del Reino Unido quien llegó a San Sebastián para compartir el éxito de esta propuesta.
Stergides inició su ponencia haciendo referencia que en Inglaterra llevan años buscando fórmulas para el control de acceso de menores y conseguirla tuvo además la dificultad agregada de que en Inglaterra los niños pueden jugar máquinas tragaperras específicas en zonas infantiles, no en los salones de juego.
Hace siete años BACTA lo que tenía eran complaints officers o oficiales de quejas que iban con personas con apariencia de menor de manera incógnita para verificar si estaban pidiendo DNI a los niños. Con esta acción lograron un nivel de 60 % en paradas a la gente que intentaba entrar en los salones, sin embargo explica que este número puede verse como muy grande si consideramos que realmente son muy pocos los menores de 25 años que van a los salones a jugar en Inglaterra.
Mencionó que en Inglaterra tuvieron una temporada de alarma social generalizada en la que los políticos estaban pidiendo mayor control de acceso, que incluía una tarjeta y un login. Algo que fue rechazado absolutamente por los jugadores.
Ante esto, en BACTA tuvieron que negociar con la comisión del juego respectiva y al final, hace tres años BACTA contrató por un lado a una empresa externa para hacer visitas de incógnito y con ello verificar que los salones cumplen las normativas; y, por otro, una empresa para la formación de empleados, pues detectaron que en gran medida era por vergüenza que no solicitaban el DNI.
En el primer año de establecimiento de estas medidas, lograron parar a un 76,4 %, mientras que en lo que va de año 2019 han llegado a un 85 % de menores que lograron parar dentro del local. Aclara que “si un local falla, al mes que viene tiene que repetir y deben hacer más formación hasta aprobar”. En este sentido, explica que viendo el mapa de distribución de los salones en el País Vasco pueden implantarse medidas similares.
A largo plazo, la experiencia de BACTA en estos asuntos es que pedir DNI no es suficiente, hay que colocar carteles, señales y entrenar a la gente. Ante la pregunta ¿Qué podemos hacer? Afirma que siempre se debe chequear la edad de todos los clientes que aparenten ser menores de edad; invitar a abandonar el local a todo aquel que no disponga de un documento de identidad válido; y, tomar medidas cuando un menor de 18 años intente entrar a un salón de juego.
Luego expone la pregunta ¿Cómo impedir la entrada a un menor de 18 años? Con señalética y cartelería en lugares estratégicos, vigilando la puerta, preguntando la edad a los clientes, usando circuitos cerrados de TV e instalando alertas de sonido por proximidad a la entrada del salón, que es una gran ayuda para que los empleados cumplan con su trabajo.
Para aumentar su porcentaje de eficiencia fueron subiendo la edad a la que podían pedir DNI, entonces pasaron de 18 a 21, y de allí saltaron a 25. Es por ello que en los carteles de los salones se consiguen unos con el mensaje “si tienes menos de 25, te vamos a pedir DNI”. Cabe destacar que esta opción se basa también en el hecho de que los adolescentes a menudo aparentan ser mayores de la edad que tienen.
Aunque legalmente es 18, han optado por este RETO 25 y así trabajar por una tolerancia cero. También, han comprobado que los empleados y clientes han respondido mejor con este rango de edades; en primera instancia, los empleados sienten mayor confianza en solicitar la documentación; y, en segunda instancia, los jóvenes entre 18 y 25 quieren parecer mayor y los mayores de 25 menores. En conclusión, esta medida ha funcionado para todos muy bien.
Según Gabino Stergides con todas estas acciones “se mejora nuestra la responsabilidad social, también la imagen pública de nuestro sector, para que se den cuenta que no tenemos un montón de menores en nuestros salones y lo que estamos haciendo es en serio, nuestros empleados saben que esto es lo más importante de todo, y hay que tener tolerancia cero”.
En el ámbito de hostelería comenta que están iniciando un proyecto similar, porque en los bares estaban fallando en un 75 %, en los salones es al revés. Ahora bien, en un año de trabajo han podido conseguir bajar a un 50 % los fallos en los bares. Sobre los logros conseguidos dice que estas estadísticas son importantes para todos pues “estamos demostrando que nuestra reputación es real y que lo estamos tomando en serio”.
Finaliza su intervención afirmando que un plan similar al instalado en Inglaterra es factible en Euskadi, necesitarían contratar agentes externos para los estudios de incógnito, la formación del personal así como también trabajar de la mano con el ente regulador para hacer pruebas más difíciles cada año y “siempre mejorar lo que estamos haciendo como sector”.
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