El Presidente de AGEO también ha respondido a nuestra llamada para reivindicar la buena imagen de la Industria ante el infame documental que RTVE emitirá el próximo sábado en su espacio La Noche Temática. No se pierdan el meditado y valioso escrito de Serafín Portas:
“La culpa no es de la máquina, es de la educación”
Hace pocos meses me decidí a escribir un artículo en un diario gallego ante las afrentas que debemos soportar, día sí y día también, los que nos dedicamos a la industria del juego, por parte de algunos medios de comunicación. El hablar no tiene cancelas, que se dice, y se puede hacer daño y mucho por falta de información.
Me entero ahora que este sábado se va a emitir en La 2 de Televisión Española, dentro de La Noche Temática, el documental ‘Adictos al juego’ y con solo ver el teaser, ya me ha llegado. Me siento obligado, -y creo que expreso el sentimiento de todo el sector-, a elaborar unas líneas en defensa de nuestra industria. Es necesario. Basta ya de mentiras y manipulación, basta ya de satanizarnos.
Pongo el vídeo y escucho con voz amenazante: “máquinas diseñadas para manipular”, “póker en línea”, “adicción”, “tragaperras, la cocaína del juego”, todo mezclado como si lo metiesen en una batidora, sin orden ni concierto, y decido darle al stop. La conclusión es que, según el documental, nuestro sector es una red criminal organizada para que el jugador siempre termine perdiendo, además de hipnotizado. O sea, que somos unos ladrones con superpoderes. Casi nada.
Ante este cúmulo de acusaciones tengo que manifestar que somos una industria normal, con empresarios normales, que ofrecemos entretenimiento, pero esa máscara oscura que pretende presentarnos ante la sociedad no responde a la realidad. Parece que nuestras queridas máquinas B son una especie de demonios dispuestas a robar la voluntad de los jugadores. Hoy en día, no existe ni mucho menos una alarma social ante este producto recreativo de premio moderado. No es el problema. El problema es la educación, y debe de cimentarse desde la infancia, con los padres y profesores como guías de una conducta que distinga la línea entre la diversión y la adicción, y no solo en lo relativo al juego, sino también ante otros consumos y usos sociales.
Además, nuestro sector ofrece diversión, pero en el juego controlado está la clave de nuestra riqueza como industria. En el juego presencial, y en concreto las empresas que formamos parte de AGEO, tenemos un firme compromiso con el juego responsable. No imagino controles más férreos que los de nuestros locales para garantizar que los menores no entren, lo que no puede predicarse del juego online, que está al alcance de todas las personas, desde menores a adultos.
Así que, por favor, que no mezclen conceptos y lo que es peor, sectores. El online escapa al control, nosotros lo garantizamos. Les pongo como ejemplo un estudio de la Universidad de Santiago realizado por el departamento de Psicología del Consumidor y Usuario, publicado el mes pasado. En él se señala que la incidencia del juego online entre los menores gallegos "sigue avanzando " y llega, tras sus últimos estudios, al 8,4% en 2017, "muy lejos" (de hecho lo multiplica por cinco) "del 1,5% detectado en 2010". En el juego presencial, los números están muy lejos de alcanzar esas cifras.
Insisto además, que aunque muchos se empeñen en transmitir que España es Sodoma y Gomorra, tenemos una de las tasas más bajas del mundo de juego problemático, un 0,3% de la población entre 18 y 75 años, lo que en términos absolutos representa menos de 100.000 personas, según los últimos datos de la Fundación Codere.
Y queremos, claro está, que esta cifra siga bajando y para ello trabajamos día a día, porque somos un sector sano, normalizado, y que además ayuda a llevar la vida de otra manera. Que crea riqueza, que divierte y lo más importante, que no pervierte. No lo olvidemos.
Serafín Portas
Presidente de AGEO
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