En este curso que acaba de terminar, me ha rondado una sensación que ya tenía ganas de contar. Con la ausencia de Feria en marzo han proliferado las mini presentaciones, eventos puntuales, regionales, casposos… dónde se ha demostrado la catadura, buen gusto y educación de los anfitriones.
Aún recuerdo a Félix Sánchez esperando a sus invitados en la puerta de su sede para recibirles y darles la bienvenida a la presentación del Bingo Dinámico: La acogida, los aparacacoches, los locutores, el ambiente, la colocación, la luz, la calidez, las mejores viandas y bebidas… un gustazo. Me quedé impresionada por la atención en el mínimo detalle. Qué capacidad tiene Félix Sánchez para ponerse en la piel del otro. Saber qué puede gustarle en cada momento. Qué necesita y cómo dárselo. Me da la sensación de que siempre lo ha hecho y que hará lo imposible por no defraudarte. Humildad y saber hacer, si no sería imposible.
Luego vinieron otros. Bueno, antes fueron las soirées de Londres. Unidesa con Bally Wulff (donde me hice un baile inolvidable con Lluis Cabré que nos unió de por vida o casi) y la entrañable velada de GiGames/ Novomatic con Juan Lao relajado y exultante y Bernhard Teuchmann más feliz que una perdiz del exitazo.
Después veladas con más o menos encanto. Algunas mejor olvidar y en definitiva, anfitriones al descubierto con sus miserias y grandezas. Qué ganas de contarlo y cuánto pudor.
Este año se presenta movidito de saraos. Con la industria en apogeo y Londres en Brexit nuestros encuentros feriales prometen ser burbujeantes y sabrosos. A disfrutar.